El 14 de febrero se celebra San Valentín, y en la actualidad se mezcla con mercadeo y expectativas que, según expertos, pueden afectar emocionalmente a quienes sienten la presión de cumplir con esta celebración.
¿Dónde nace esta celebración?
Se especula que esta celebración tiene su origen en el siglo III en Roma, cuando Valentín, un joven sacerdote, casaba en secreto a las parejas jóvenes.
Esto desafiaba las órdenes del emperador Claudio II, quien había prohibido los matrimonios.
Valentín fue encarcelado y ejecutado un 14 de febrero. Con el tiempo se convertiría en un símbolo del amor.
¿Mayor amor y amistad o es solo marketing?
Según la profesional en psicología, Geovanna Calvo, muchas personas aprovechan de este día para demostrarle su cariño a sus cercanos, mientras que en ocasiones hay casos donde sí hay influencia del marketing y presión social.
“Todo el tema de la mercadotecnia, todo el tema del mercadeo como tal que se le ha hecho a San Valentín, llega a influenciar en cómo nosotros percibimos esta celebración como tal, en cómo nosotros nos sentimos”, mencionó Calvo.
Según la psicóloga, todo lo que rodea esta fecha puede generar expectativas en las personas. Esto genera que las personas deseen que sus parejas o cercanos cumplan con esas expectativas personales y sociales.
Y es que durante los periodos cercanos a este día, el comercio reacciona ante esta celebración. Esto provoca que los precios suban, generando un impacto en el bolsillo de las personas.
“Productos que son para regalo, como son las flores, los chocolates, los peluches, adornos, etcétera, obviamente sufren un incremento porque todo eso se rige por la ley de la oferta y la demanda. Hay una gran demanda de esos productos, por tanto, ante mayor demanda, mayor costo”, aseguró el economista Jorge Benavides.
Según la psicóloga Calvo, este “bombardeo” comercial puede de una u otra forma llegar a afectar emocionalmente a las personas.
“Evidentemente, a nivel emocional sí genera muchas cargas emocionales y hay personas pasan un día tristes, ansiosos, frustrados y genera una presión extra en sí mismo. Es una fecha con muchas cargas emocionales y que si la persona no tiene una buena gestión emocional, esto le puede generar todo un impacto, y puede ser en muchas ocasiones muy negativo”, destacó la profesional en psicología.