Ante el anuncio realizado a través de los medios de comunicación internacionales, en que funcionarios del Ministerio de Sanidad de Canadá estarían vinculando el uso del anticonceptivo Yasmín y Yaz con la muerte de 23 mujeres entre los años 2007 y 2013, por generar, como efecto secundario, la coagulación de la sangre, el Ministerio de Salud costarricense procedió a vigilar el medicamento de cerca.
En el caso de Costa Rica, está registrado el anticonceptivo Yasmín y según comentó Allan Varela, asesor de Dirección General de la Salud del Ministerio de Salud, no hay denuncias de efectos adversos ni de usuarias que indiquen tener efectos secundarios.
“Seguiremos haciendo vigilancia. En el momento en que exista algo que llame la atención, por su puesto la salud pública de la población está primero y se tomarán acciones, pero por el momento no”, reafirmó Varela. Los médicos y farmacéuticos reportaron 600 reacciones adversas por el consumo de esas píldoras anticonceptivas, pero ante las acusaciones la empresa fabricante indicó que el riesgo de la formación de coágulos comparable a otros medicamentos orales de la misma línea.