A la famosa comisión de la Asamblea Legislativa sobre el video del “Salto al Vacío”, se le ha dado tanta importancia y cobertura que ha hecho famosa una campaña que nunca sirvió. Posiblemente más de la mitad de Costa Rica ni siquiera había visto el video y, como ya la nombran tanto, eso ha levantado el espíritu de saber quién lo tiene o cuál es.
Resulta curioso, porque cuando los medios hablamos de que algún ser humano se ha quitado la vida, nos “basurean” y en redes casi nos desangran solo por informar. Pues no se escucha a esa gente que reclame y se rasgue las vestiduras diciendo que cómo se le da cobertura e importancia a un video que nunca salió al aire oficialmente.
Darle tanta relevancia a dicho video hace más daño que el simple hecho de comunicar un día que alguien intentó quitarse la vida, o que lo hizo. Hasta cierto punto es noticia, para que las diferentes instituciones que dan tratamiento a este tipo de problemas vean qué factores de la sociedad provocan cada día más que la gente recurra a estas fatales decisiones.
En los últimos meses este medio ha hecho hincapié con algunas empresas privadas sobre cómo prevenir hechos de esta índole cuando una persona está en depresión y se podría quitar la vida, se hicieron campañas en el bulevar de calle 4 ayudando a que la gente que transita por ahí se sienta bien y les regalamos hasta girasoles con el fin de que reciban un detalle lindo durante el día y tal vez hacerles recapacitar, que sepan que hay gente a su alrededor que los quiere.
Con el hecho político de seguir hablando del anuncio del “Salto al Vacío”, no están midiendo el daño que puede generar en las personas que podrían estar pensando en quitarse la vida en estos días.
Salta a simple vista que los señores diputados de esta comisión no hacen más que llamar la atención con dicho video, aparte que ya pasó la época electoral y no van a llegar a nada en concreto, pues ese órgano legislativo no puede hacer nada más que seguir los alegatos políticos y llevar testigos parcializados. Mientras, siguen ocasionando subliminalmente daño al subconsciente de algunas personas más frágiles y sobre todo en esta época tan emotiva, o ahora en enero, cuando vuelven los diputados a sus labores, ya que es un mes complicado económicamente.
Un día comentaba un profesor regional que la cantidad de muchachos que se quitan la vida en la localidad donde daba clases era mucha, pero que lo tapan para que nadie se entere. Así que se puede desconfiar de los números que hacen llegar a la población.
Se considera que los niños y los hombres son los más vulnerables a estas situaciones, ya que los menores, ante su poca madurez o por maltratos de familiares o amigos, se llegan a quitar la vida hasta por una desilusión amorosa. En el caso de los varones, muchas veces por el machismo en que todavía se rigen muchas personas o zonas geográficas de nuestro país, no lloran ni expresan lo que sienten, por lo que no se hacen cargo de ello, o ahogan sus penas en licor. Esas conductas terminan llevándolos a tomar la triste “solución” que encuentran a sus problemas.