El hallazgo de dos tumbas indígenas de aproximadamente 700 años de antigüedad no fue novedad para los vecinos de Aguacaliente de Cartago, acostumbrados a encontrar historia viva del país. En conversación con Diario Extra, Carlos Navarro, maestro de obras en varios proyectos de urbanización y vecino de la zona, comentó que es una situación habitual.
“Trabajando con los excavadores sacábamos cadáveres y cuerpos enteros dentro de las calles, pero solo de las calles. Había huesos y hubo personas que sacaron muñecos, unas flautas de oro, unos cintitos incrustados en piedra y muchas cosas como unas mariposas y una formaleta de piedra que dentro tenía una especie de ranitas, como tres que eran algunas figuras precolombinas”, narró.
Esta situación está ampliamente registrada por el Museo Nacional, según explicó su directora Ifigenia Quintanilla, quien indicó que la zona era habitada por aborígenes huetares.
“Los huetares fueron una gran población que cubrió el Pacífico Central, el Valle Central y el Valle del Guarco. Se habla que eso estaba controlado por un cacique, el cacique del Guarco, como se encuentra en las crónicas de los españoles, pero esta zona estuvo intensamente habitada siglos antes”, declaró a este medio.
Los recientes hallazgos se encuentran bajo la supervisión de la Comisión Arqueológica Nacional, junto a la reserva de Agua Caliente del Museo Nacional, un territorio de 10 hectáreas conservado para el estudio de restos que datan de hasta 1.100 años atrás.