Rusia se ve inmersa ahora en los nuevos asuntos del \’FIFAGate\’: la justicia estadounidense afirmó por primera vez que habría habido sobornos para la concesión de sede del Mundial de 2018 a ese país, una acusación que este martes Moscú negó de manera categórica.
El documento publicado el lunes por el fiscal federal de Brooklyn afirma que dos entonces dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) habrían votado en favor de Rusia a cambio de importantes cantidades de dinero, en la elección que tuvo lugar a finales de 2010 para designar el país anfitrión de la Copa del Mundo de 2018.
La fiscalía, encargada de la primera oleada de investigación del caso conocido como \’FIFAGate\’, que desde 2015 aborda las redes de corrupción en el seno de la gran organización del fútbol mundial, no había mencionado hasta ahora directamente a Rusia.
Es también la primera vez que la justicia de un país afirma que las votaciones que designaron a Rusia y Catar para albergar los Mundiales de 2018 y 2022, que tuvieron lugar a la vez, estuvieron acompañadas de irregularidades.
\”Rusia obtuvo de manera totalmente legal el derecho a organizar el Mundial. No estuvo ligado a sobornos, desmentimos eso categóricamente\”, respondió el martes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Catar también desmintió \”firmemente\” haber pagado sobornos por lograr el Mundial de 2022 y dijo que las acusaciones \”no tienen fundamento\”.
Hasta ahora, la investigación, que conllevó la imputación de unas 45 personas físicas y morales, se centró especialmente en los derechos de difusión televisiva.