Río de Janeiro, Brasil. (AFP) – El escritor brasileño Rubem Fonseca, uno de los más destacados de su país por la crudeza de sus relatos y autor de la novela “Agosto”, murió a los 94 años a causa de un infarto, informaron sus familiares.
“Fue un infarto, él estaba en casa, se sintió mal y lo llevamos al [hospital] Samaritano. En el trayecto se desmayó, e intentaron reanimarlo, pero no resistió”, dijo su yerno Pedro Correa do Lago, esposo de su hija Bia, al portal de noticias UOL.
Novelista, cuentista, crítico de cine y guionista, Fonseca fue censurado durante la dictadura en varias ocasiones por el lenguaje crudo en sus historias policiales, eróticas y políticas desarrolladas en el submundo de la ciudad.
Su primera novela “El caso Morel” (1973), con escenas de violencia y sexo, fue confiscada por la policía, episodios de censura que también atravesaron sus cuentos “Feliz año nuevo” (1975) y “El cobrador” (1979).
Fonseca, que vivió desde su infancia en Rio de Janeiro, adonde llegó con sus padres, originarios de Portugal, creó personajes como el abogado y detective Mandrake, que aparece en varios relatos, entre los que destacan además historias sobre delincuentes o prostitutas.
Antes de volcarse a la escritura a inicios de los años 1960, Fonseca fue formado en derecho y fue comisario de policía en 1952 en las afueras de Rio de Janeiro, escribiendo reportes sobre escenas del crimen que terminaron influenciando su obra.