Estamos a las puertas de la Convención Nacional abierta del Partido Acción Ciudadana (PAC) que elegirá al candidato que ha de representar a la mayoría de los ciudadanos costarricenses, descontentos e indignados, en las próximas elecciones presidenciales del 2014.
Los gobiernos del bipartidismo tradicional (PLUSC) nos han llevado, en dos décadas, a una crisis socio-económica histórica, insostenible. El estado-gobierno, paternalista, burocrático, permisivo, electorero e ineficiente, está quebrado y tiene al país al borde del abismo. En lugar de reivindicar la producción nacional, fortaleciendo las pequeñas y medianas empresas nacionales y defendiendo las conquistas sociales de nuestro estado benefactor, los gobiernos neoliberales se han obstinado en destruir y vender nuestras riquezas patrimoniales a las grandes transnacionales, hipotecando el país con concesiones y convenios desafortunados.
Esta crisis socio-económica es realmente grave, pero la crisis moral, la pérdida de valores, el desaliento y el desencanto en que nos encontramos hoy día es peor aún. Las políticas neoliberales impositivas, con su cientificismo académico y su relativismo utilitarista, han ya permeado nuestras instituciones y organizaciones sociales, destruido la familia y el bienestar social y sustituido una cultura de vida, dignidad y promoción humana auténticas, por una sociedad dependiente, insegura, conformista, superficial, mediocre y \”feliz\”, esclava del consumismo, las adicciones y la tecnología.
Costa Rica, un país heredero de riquezas y tesoros naturales increíbles, cultivo de principios, con valores humanos, sociales y espirituales trascendentes, alimentado con el tesón y la sabiduría de un pueblo noble y humilde, respetuoso de Dios y amante de la paz, la justicia y la libertad, merece un destino mejor, pues \”en el bien común está el de cada uno de nosotros\” (Alfredo González Flores).
Los principios originales del PAC representan hoy día la única esperanza que tiene nuestra nación para salir de las crisis que vivimos. La ética, la transparencia y la coherencia en la función pública, la organización y participación ciudadana activa, descentralizada y coordinada, la promoción del trabajo productivo y colectivo, la lucha permanente por la justicia social, el desarrollo de la agricultura y las pequeñas y medianas empresas, y sobre todo, el bienestar y promoción del ser humano en todo su potencial, son metas necesarias y definitivas.
Ronald Francisco Solís Bolaños es sin duda la persona indicada para llevar a cabo la tarea, de unir las fuerzas nobles del país y conducirnos a la Costa Rica que necesitamos con urgencia. Ronald Francisco es un hombre de familia, suma de estudio, acción y ética, conocimiento, experiencia y honradez, ciencia y sabiduría. Representa el ideal del ser costarricense, sencillo, humilde y trabajador, amante de la paz, el diálogo, la sana alegría y la justicia, con una clara visión del futuro, con progreso, dignidad y bien común, en este mundo globalizado en que vivimos.
Anotemos algunas de sus ideas: a) rescatar los valores y la dignidad del costarricense, b) defensa del agricultor y de la agricultura, forma de vida nacional que nos alimenta, c) reivindicación del pequeño y mediano productor y empresario nacional, d) corregir los abusos de las tarjetas de crédito que empobrecen al pueblo costarricense, e]promoción de la salud y la educación en forma integral, participativa familiar y comunitaria, a nivel rural y urbano, f) trabajo digno, con justicia y oportunidad para todos, g) transparencia y coherencia en la función pública.
El domingo 21 de Julio, de 8:00 am a 5:00 pm, en todos los cantones y principales distritos del país, los ciudadanos costarricenses, debemos ejercer nuestro derecho al voto y darnos la oportunidad de llevar a Ronald Francisco a la presidencia de Costa Rica.
*Expresidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de C.R.