Saciar el calor y cumplir con la rutina de bañarse diariamente en el río Lajas en Matapalo de Santa Cruz, Guanacaste, fue la lenta condena para Sergio Natividad Zamora Loaiciga de 59 años. De nada le sirvió conocer el cauce pues se ahogó y quedó sin vida en el centro de la poza.
Juan Pablo Arrieta, vecino del ahora fallecido, fue quién encontró los restos justo cuando le daba de comer a las gallinas. Por un momento creyó que se trataba del famoso lagarto que los lugareños de Lajas de Matapalo advierten haber visto en el caudal.
“Vi sobre el agua un bulto negro, le tiré un vaso de plástico y un tronco; al ver que no se movía me acerqué; pero me dio cosa porque tenía la mayor parte de su cuerpo consumido. Lo jalé con un palo y ahí fue donde me di cuenta que se trataba de un señor”, recordó Arrieta.
A UN LADO DEJÓ JABONERA
José Joaquín Huertas, primo de la víctima, dijo que lo vio pasar durante la mañana con un paño que siempre llevaba. “Jamás imaginamos que ocurriría una tragedia como esta. Era costumbre verlo pasar durante las mañanas con sus instrumentos para darse la ducha, como él lo llamaba. No sabemos si fue que se resbaló o si pasó otra cosa que lo llevó a tambalearse en el agua”, aseveró.
A un lado del cauce quedó el jabón que utilizaría y según Huertas le extrañó ver que su pariente quedó con la ropa puesta, ya que aparentemente acostumbraba quedarse en bóxer o solo con pantaloneta.
Oficiales de la Fuerza Pública custodiaron la escena mientras extraían el cadáver. “Recibimos la alerta por medio del 9-1-1, lamentablemente el cuerpo estaba rígido y al parecer tenía más de 12 horas dentro del agua”, Tomas Marchena dijo, oficial de la Fuerza Pública.
Los restos de “Checho”, como le decían de cariño, fueron llevados en un carro judicial hasta San Joaquín de Heredia. Los judiciales continúan indagando las causas en las que se registró el hecho de muerte.