La comunidad dominicana residente en el país rindió honores a la patrona de su país, la Virgen de la Altagracia.
Mediante una misa, los antillanos entregaron una figura de la Virgen en la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles, Cartago.
La imagen, donada por la Comisión Nacional Organizadora para la preparación del Año Jubilar Altagraciano, fue entregada en ocasión del centenario de la coronación canónica de la Virgen de la Altagracia y es una réplica de la imagen original que se encuentra en la Basílica Catedral de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, República Dominicana.
Posterior a la entrega, se realizó un acto de bendición oficiado por monseñor Mario Enrique Quirós Quirós, II obispo de la diócesis de Cartago, y con la participación también del párroco Miguel Adrián Rivera Salazar, rector del Santuario Nacional Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles.
“Es un verdadero honor contar con la presencia de nuestra protectora en este solemne santuario, aquella que representa unidad e inspiración, nuestra ardua defensora, la que día a día derrama extraordinarias bendiciones sobre nuestro pueblo y es nuestro deseo que traspasen al hermoso pueblo costarricense”, señaló la embajadora de la República Dominicana en Costa Rica, Mayerlyn Cordero Díaz.
La imagen de la Virgen de Altagracia permanecerá de forma permanente en el Santuario Nacional.
“La madre protectora de los dominicanos es una madre que representa fortaleza, que nos protege con su divina gracia y que, como se observa en su imagen, nos invita a acercarnos a Jesús, a seguirlo como nuestro guía espiritual. Estamos satisfechos de que el Santuario Nuestra Señora de los Ángeles contará con la presencia de la venerada Virgen de la Altagracia, quien continuará bendiciendo a nuestros países hermanos: Costa Rica y República Dominicana”, señaló monseñor Quirós.
Las conmemoraciones en honor de la Virgen de Altagracia no se quedaron en Cartago, sino que la comunidad dominicana rindió una misa en la Parroquia Inmaculada Concepción de Heredia.
“Nuestra Virgen propicia la unión de nuestros países y que, así como Jesús invitó a sus discípulos a seguirlos, igual nosotros debemos aceptar la llamada de Jesús quien nos promete la vida eterna, como lo hizo María”, dijo el sacerdote oficiante de origen dominicano Dennis Félix de la Cruz.
“La Virgen de la Altagracia es una virgen piadosa, que responde a las necesidades de quienes la invocan, la ha convertido en un símbolo de identidad de la fe católica, en la que nos sentimos abrazados, acogidos y protegidos, al obtener la gracia más alta, como indica su nombre”, concluyó la embajadora Cordero.