El descuido podría ser la causa que condujo a la muerte a un hombre que colocaba un cable de fibra óptica en un poste eléctrico en Zapote la tarde de este jueves.
La víctima fue identificada como Juan Francisco Jiménez Chaves, vecino de Pavas y quien trabajaba para la empresa Heyco HC Ingeniería en la instalación de redes de telecomunicaciones.
El lamentable hecho ocurrió a la 1:50 p.m. frente del Centro de Arte Promenade en Zapote, a pocos metros de la sede administrativa de la Cruz Roja de dicha localidad josefina.
Según testigos, Jiménez Chaves subió por la escalera mientras sus compañeros de cuadrilla realizaban otros trabajos, una vez arriba este se resbaló, precipitándose al menos 6 metros contra el suelo.
El trabajador cayó de espaldas, golpeando su cabeza contra el caño, provocándole un trauma craneoencefálico que le arrebató la vida.
Katty Arguedas, paramédico de la empresa Provida, le correspondió atender el accidente. “Cuando llegamos el paciente estaba sin vida, una compañera que vive cerca lo atendió, pero no había nada que hacer, le pusimos el monitor para verificar si había algún signo, pero ya era muy tarde”, dijo.
NO SE PUSO ARNÉS
De acuerdo con los presentes, el hombre no acató las medidas de seguridad correspondientes para el tipo de trabajo que iba a realizar, pues en ningún momento se puso el arnés que lo sostendría en caso de caída.
Flor Vargas, vecina del sitio y quien observó lo sucedido, asegura que el trabajador llegó a la parte de arriba de la escalera y no llevaba el implemento puesto.
Personeros de la Cruz Roja Costarricense que llegaron al lugar observaron que el cable estaba atada a la escalera, pero no al cuerpo del Jiménez Chaves.
BOTABA SANGRE
POR LA BOCA
El golpe contra el duro concreto desde tal altura, hizo que el hombre no aguantara mucho tiempo, según dijo Vargas, solo volvió a ver y cuando trató de hablar, pero emanaba mucha sangre por la boca.
“La muchacha que vive cerca llegó de inmediato, él volvió a ver y cuando trató de decir algo salía demasiada sangre de su boca, en eso se desvaneció y no respondió más”, comentó.
Los cuerpos de socorro prefirieron no quitarle el casco, pues por la parte trasera emanaba demasiada sangre, por lo que temían que hubiera exposición de masa encefálica.
El impacto fue tan fuerte que el caño se tiñó de rojo ante el asombro de los presentes.
FAMILIA DESTROZADA
Conforme pasaban los minutos, los compañeros de trabajo debían informar lo sucedido, hasta que llegó a oídos de familiares los cuales llegaron al lugar y estallaron en llanto ante la escena.
Por su parte, los miembros de la cuadrilla estaban en shock.
A Juan Francisco Jiménez Chaves le sobreviven su compañera sentimental y dos hijas de 14 y 10 años.