Si usted es de los fiebres del fútbol y ha estado pegado a los partidos de este mundial, ya tuvo que darse cuenta de dos situaciones en específico: la reposición de muchos minutos y que Irán pudo hacer seis cambios en el juego ante Inglaterra.
Vamos por partes. Se han disputado cuatro juegos hasta el lunes y ha sido llamativa la cantidad de minutos que se les agregan a los 90 reglamentarios. Pero no es culpa solamente del VAR. Todos los encuentros han pasado los 100 minutos de acciones.
Pierluigi Collina, jefe del estamento arbitral FIFA, es contundente en el mensaje: “Hemos pedido a los árbitros que sean muy rigurosos y que añadan todo lo que se necesite para compensar las pérdidas de tiempo”. Y esa es una prioridad, junto a parar el juego violento y el engaño a los árbitros.
\”Nuestra prioridad es proteger la seguridad y la salud del jugador. No queremos que un rival ponga en riesgo a otro. Seremos muy duros con las entradas. Vamos a perseguir a los que intentan engañar, los que fingen buscando un beneficio propio. Es algo inaceptable y no lo vamos a permitir\”, indica Collina.
En el juego Qatar-Ecuador se agregaron 10 minutos (5+5). En el Inglaterra-Irán fueron 24 (14+10*, acabaron siendo otros 4 en la segunda mitad). Ya para Senegal-Países Bajos se otorgaron 10 minutos más (2+8) y en el enfrentamiento Estados Unidos-Gales hubo 13 más (4+9).
EL CAMBIO POR
CONTUSIÓN CEREBRAL
Desde diciembre de 2020 la International Board (IFBA), institución que rige las normas del fútbol, aprobó un cambio en aquella ocasión por si algún futbolista sufría una conmoción cerebral, como le sucedió al portero de Irán Alireza Beiranvandi, quien chocó con su compañero Majid Hosseini.
Indican que la intención es \”enviar un mensaje contundente\” que permita \”reducir la presión sobre el personal médico para realizar una evaluación rápida\” del jugador afectado.
Ante una contusión cerebral se hace la variante y esta no cuenta dentro de las cinco permitidas.
Adicional a esto, si el cotejo llega a los tiempos extra los entrenadores pueden disponer de un sexto cambio.