Los privados de libertad que se ubican en el ámbito D4 de Mediana Cerrada en el Centro de Atención Institucional (CAI) Jorge Arturo Montero, conocido como Reforma, no solo son especialistas improvisando piscinas sino también escondites para celulares.
Algunos sujetos recluidos en ese ámbito tomaron fotografías y videos la semana anterior en los cuales se veía a un grupo de reos divirtiéndose en una piscina improvisada en un baño, cuando se taponeó una tubería.
El taponamiento causó una inundación que fue aprovechada por los privados de libertad, sin embargo, alertó a las autoridades sobre el uso de dispositivos tecnológicos.
De acuerdo con la información suministrada por el Ministerio de Justicia y Paz, en los últimos seis meses en ese módulo decomisaron 123 celulares, es decir, un promedio de 20 aparatos al mes.
En dicho ámbito las autoridades penitenciarias han realizado en los últimos días requisas y decomisos.
Incluso, señalaron que desde octubre del año anterior en ese mismo sitio de la piscina improvisada incautaron 530 armas punzocortantes, además de los teléfonos que ocultan en el piso, en cajones, en medias, en muebles, entre otros lugares.
Las labores preventivas también se efectúan en las afueras del centro penal, donde en el último semestre los agentes impidieron que ingresaran a las instalaciones 110 celulares que iban ocultos en las encomiendas que reciben en el recinto.
El comisionado Nils Ching, subdirector de la Policía Penitenciaria, señala que los hallazgos son parte del trabajo de inteligencia policial, los cuales tienen como epicentro ese sitio por la persistencia de sus ocupantes en esconder ese tipo de dispositivos.
“Ese es un espacio donde la Policía Penitenciaria debe hacer constantes revisiones para contrarrestar la labor de los privados de libertad por ocultar objetos prohibidos, armas y pequeñas cantidades de drogas.
Los números de decomisos son significativos dada la acuciosidad de nuestros oficiales”, comentó el jefe policial.
En febrero de este 2020, en ese mismo módulo, un grupo desconocido de privados de libertad cavó un ducto debajo de un mosaico, donde mantenían escondidos 29 celulares.
No obstante, los policías penitenciarios han encontrado aparatos en las espumas de los camarotes, en el doble fondo o en las gavetas en muebles, en ductos, alcantarillas y en las acometidas eléctricas.