Patricia Quirós, gerente del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara), renunció a su cargo en la institución, el cual dejará en agosto.
Así lo confirmó la funcionaria ante una consulta de DIARIO EXTRA. Explicó que se va porque se acoge a la pensión, a la cual tenía derecho desde 2018.
Quirós rechazó que su salida tuviera algo que ver con las críticas que han hecho algunos exfuncionarios de la institución de manera pública, asociadas con el proyecto Paacume, conocido como Agua para Guanacaste.
El Senara se dedica a la gestión del recurso hídrico y la articulación estratégica con otras instituciones del sector agropecuario y ambiente. En el caso de este plan jugó un papel preponderante.
Entre sus funciones está fomentar el desarrollo agropecuario en el país mediante el establecimiento y funcionamiento de sistemas de riego, algo muy necesario en esa provincia.
El proyecto Paacume vendría a impulsar la sustitución de usos de agua subterránea por agua superficial, permitiendo a los acuíferos costeros descansar y recuperarse, y promueve además la sostenibilidad de los ecosistemas en el área del proyecto por la permanencia de agua.
No obstante, el ingeniero agrónomo Nelson Brizuela Cortés, exdirector del Distrito de Riego, recientemente ante los diputados insistió en que existe una necesidad urgente de dar seguridad a los productores.
NO BASTA CON SISTEMA DE RIEGO
Lo anterior en el sentido de que no solo se trata de establecer un sistema de riego, sino que se requiere un plan aterrizado para el desarrollo de actividades enfocado en los distintos sectores.
Este también ha hablado de que urge asesorar a los productores y las comunidades, así como empresas usuarias, sobre cómo aprovechar el proyecto Agua para Guanacaste.
A criterio de Quirós, muchas de las críticas que se hacen es por desconocimiento del proyecto y desactualización con respecto a lo que se ha venido trabajando.
“Estamos hablando de 18.000 hectáreas bajo riego agrícola, con un potencial de 40.000 hectáreas. Ya hay un diseño hidráulico final. Se hicieron estudios de factibilidad sobre el embalse y la presa. Este es un proyecto factible. En un plazo de 50 años se prevé que pueda abastecerse a 500.000 personas.
Adicionalmente hay 1.213 hectáreas para riego de proyectos turísticos. El proyecto pretende que descansen o se vaya dirigiendo poco a poco la extracción de agua subterránea por la perforación de pozos. Creo que hay gente que no conoce a fondo el proyecto”, destacó.
ECOLOGISTAS EN CONTRA
El movimiento ecologista ha señalado en múltiples ocasiones que este megaproyecto de infraestructura carece de sustento técnico suficiente, tiene errores catastrales y pone en riesgo la biodiversidad de un Área Ramsar.
Aseguran que no cuenta con estudios de costo-beneficio y no será rentable para el Estado, pues necesitan una inversión de $458 millones, de los cuales $425 millones (¢300.000 millones) provendrían del empréstito aún por ratificar en segundo debate por la Asamblea Legislativa.
“El Paacume requiere inundar unas 113 hectáreas de un ecosistema en riesgo donde se protegen especies en peligro de extinción como es el Jabiru mycteria, conocida como galán sin ventura y denominada la mayor cigüeña de América, de la que se contabilizan tan solo 120 individuos”, informó este martes la Federación Ecologista para la Conservación de la Naturaleza (Fecon).