La segunda edición del Super Clásico entre Alajuelense y Saprissa no solo tuvo un buen ambiente y excelente fútbol, ya que al medio tiempo 8 atletas compitieron en los 1.500 metros planos en la pista del Estadio Nacional.
El objetivo era romper la marca que registró Rafael Ángel Pérez en 1975, cuando detuvo el reloj en 3:50:02 y 38 años después nadie ha roto. A pesar de esto, los competidores se hicieron presentes para tratar de cronometrar un tiempo menor al que Pérez hizo hace poco más de tres décadas.
La carrera por romper esa marca empezó con un ritmo muy fuerte y con un paso muy acelerado que puso a pensar a más de uno en las gradas que se podía batir la plusmarca.
A falta de 500 metros, los fondistas Norman Rivas y el experimentado Francisco Chávez se salieron del pelotón y apretaron el paso.
Tras una reñida lucha entre ambos fue Rivas, de tan solo 18 años, quien se dejó el primer lugar e hizo 9 segundos más del tiempo a batir, ya que detuvo el reloj en 3:59:43.
Durante la competencia, el dueño del récord se mostró un tanto inquieto, ya que como él mismo indicó, quería que algún deportista rompiera su tiempo y establecer un nuevo récord en esta disciplina.
Pérez agregó que esta nueva camada de atletas tiene algo especial y que en un corto plazo van a coronarse con nuevos tiempos.
“Esta es una generación de corredores muy interesante, si siguen así pienso que lo pueden romper. Hoy creo que por la hora, el clima y el viento no pudieron hacer menos tiempo, pero hay corredores de mucha calidad que muy pronto lo van a mejorar”, declaró Pérez, quien vivió muy emocionado la competencia.
El ganador de los 1.500 metros, Norman Rivas, manifestó que el paso tuvo un ritmo bastante exigente, pues la calidad de los demás rivales es muy buena.
“El paso estaba bastante fuerte y bueno me faltaron algunos segundos, pero hice un buen esfuerzo”, sentenció.
La organización tenía previsto premiar con ¢1,5 millones al que mejorara la marca de Pérez, no obstante los tres primeros lugares se repartieron una bolsa de ¢600 mil.