Muchos lectores nos han preguntado sobre algunas notas periodísticas que destacan que los divorcios, separaciones y la propia violencia doméstica suelen aumentar con las cuarentenas y tragedias, y temen que eso suceda en nuestra sociedad.
Ciertamente se ha descrito que la reclusión por varios días puede aumentar los roces y conflictos de las parejas que pueden redundar en violencia, separaciones y divorcios. Circulan diversas publicaciones que señalan que lo mismo ha sucedido en Wuhan, la cuna de la actual pandemia.
Por eso es importante que las parejas conozcan los factores que pueden generar estas desavenencias para tener una conducta preventiva de antemano.
Aunque son muchos los factores que pueden provocar desavenencias y enfrentamientos, se destacan los siguientes:
Problemas de carácter: muchas personas tienen un pobre control de impulsos y por insignificancias vociferan, tienen arrebatos, berrinches y hasta pasan horas de mal humor. Esto condiciona malos tratos hacia la pareja, los niños y otros familiares que comparten el domicilio, que pueden generar disgustos y enfrentamientos de pareja. La situación se agrava cuando ambos miembros de la pareja tienden a estas conductas. Algunas parejas han logrado ver en la cuarentena un buen momento para aprender a controlar esa impulsividad, para así llevar una relación armónica. Desde luego que en otras este confinamiento es un verdadero calvario del que muchos terminan separados.
Problemas de pareja latentes: para algunas parejas la cuarentena llega en mal momento porque tienen desavenencias que no han resuelto. Ante la adversidad que significa una pandemia algunas parejas se dan cuenta que muchos de los problemas que tenían no eran realmente importantes y los resuelven con facilidad, mientras que otras se meten en una batalla campal de reproches y alegatos, u optan por un convivio frío y distante. Estos dos últimos procederes pueden marcar el fin de la relación.
Mal manejo de los niños: en los últimos años se ha relegado parte del cuido de los hijos a las escuelas y familiares, casi siempre una abuela, y los padres no están tanto tiempo con los infantes como lo hacían los padres de generaciones anteriores. Esto ha provocado cierta dilución en las líneas de autoridad y por eso muchos van a tener problemas porque sus hijos simplemente “no hacen caso” y crean un ambiente de caos que puede provocar que algunas parejas se culpen mutuamente. Desde luego, otras aprovechan estos días para crear líneas de autoridad y enseñarles a los niños a llevar una vida familiar reconfortante.
Problemas sexuales: la gran limitante sexual de las parejas en la actualidad es el tiempo. Las jornadas laborales hacen que muchos salgan a trabajar a tempranas horas de la mañana y regresen cuando ya es de noche, muchas veces a terminar trabajos de la oficina o hacer labores domésticas, de tal forma que al llegar a la cama el sexo compite con el sueño y el cansancio. Por eso en la cuarentena las parejas aprovechan ese tiempo de más y se lo dedican al sexo. Desde luego, cuando uno o ambos tienen un problema sexual suelen rehuir esos encuentros íntimos y esto puede generar fricciones. Claro está, este tiempo de sobra también se puede utilizar para sincerarnos en materia sexual.