“Efecto rebaño” estaría en peligro, alerta microbióloga
El sistema de salud costarricense por medio de la vacunación ha logrado erradicar enfermedades altamente mortales que atormentaban a la población en el siglo pasado.
Sin embargo, la negativa de un grupo de personas reconocidas como “antivacunas” podría traer nuevamente al panorama nacional padecimientos como polio, difteria y rubéola.
Tatiana Murillo, microbióloga experta en virus, explica que la principal función de la vacunación es generar el “efecto rebaño”, donde al haber muchas personas vacunadas el virus se transmite de una forma más difícil.
En consecuencia, una baja en la vacunación disminuye la eficacia de este efecto.
“Las vacunas son de suma importancia para prevenir infecciones y enfermedades producidas por microorganismos. La creación de vacunas representa hitos históricos científicos que han permitido reducir la mortalidad en infantes y adultos y en general incrementar la expectativa de vida del ser humano. Gracias a estas una enfermedad tan peligrosa como la viruela fue erradicada”, agregó.
Se ha erradicado la viruela, fiebre amarilla, polio, tétanos, difteria, sarampión, rubéola congénita, tétanos neonatal y meningitis bacteriana.
Además, existe una campaña para erradicar el cáncer de cérvix por medio de la vacuna contra el papiloma aplicada a niños y niñas de 10 años.
De acuerdo con estadísticas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), de 2019 a 2022 todos los indicadores de vacunación disminuyeron, tanto en primera dosis como en refuerzos aplicados.
Asimismo, la vacunación anual contra la influenza también demuestra un descenso porque el año pasado en ningún grupo etario se superó una cobertura del 48% de la población meta, logrando en términos generales apenas un alcance del 24,7%.
Es decir, de las 5.265.753 personas que debían vacunarse, apenas 1.300.641 recibieron su dosis.
¿De dónde vienen los antivacunas?
El fenómeno de los “antivacunas” es un movimiento emergente que se opone de forma parcial o total a la aplicación de estas como mecanismo para prevenir enfermedades.
Según Murillo, la desinformación es el principal factor que motiva a estas personas a no vacunar a sus hijos porque hace unos años se realizó una publicación científica donde se encontraba una asociación entre la vacunación y el autismo, la cual fue retractada por el autor y la revista científica por ser falsa.
“A pesar de la retractación del artículo ya el daño estaba hecho y la desinformación se dispersó. Esto se ha asociado a una baja en la vacunación a nivel mundial, incluyendo países desarrollados, que han optado por establecer esquemas de vacunación obligatorios como los que tenemos en Costa Rica”, detalló la experta.
¿Qué pasa si no inmuniza a sus hijos?
La vacunación en menores de edad es obligatoria en Costa Rica, por lo que las autoridades podrían tomar acciones en contra de los titulares que no se lo permitan a sus hijos.
“Es parte de la responsabilidad de los padres, madres o encargados velar por la seguridad sanitaria y el derecho a la salud de los niños, niñas y adolescentes.
Cuando esta responsabilidad no se cumple, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) está facultado legalmente para intervenir desde cada una de sus oficinas y garantizar la salud de las personas menores de edad”, señalaron las autoridades encargadas de la vacunación.
Al respecto Kennly Garza, presidenta ejecutiva del PANI, aseguró que la vacunación al ser en pro de la salud y el bienestar de la población infantil es un derecho.
Por lo tanto, en caso de recibir una denuncia de un padre que no permita que vacunen a su hijo, el primer paso es el acercamiento y tratar de convencerlo, seguido de una investigación. No obstante, en caso de no ver un cambio de actitud por parte de los encargados se puede apartar a los progenitores del cuido del menor e instalarlo con otra familia.