MADRID (EFE) – El Real Madrid dejó prácticamente sellado el pase a su tercera semifinal consecutiva en la Liga de Campeones con una victoria rotunda (3-0) ante el Galatasaray, un rival inferior que fue incapaz de ocultar sus carencias.
No fue cierto que el cuadro turco saliera al ataque, como había aventurado su preparador. Concedió espacio al Real Madrid y, sobre todo, se descuidó en las pérdidas ante la presión blanca. Fue en una de esas cuando una acción iniciada por Benzema y seguida por Mesut Ozil fue finalizada por Cristiano Ronaldo, que abrió el marcador a los diez minutos.
El Galatasaray arriesgaba. De la mano de Selcuk Inan, buscó a Burak Yilmaz y sobre todo a Drogba. Pagó su osadía antes de la media hora, con un centro de Essien que cayó en los pies de Benzema, hasta ese momento desacertado en cada acción. El francés aprovechó un error de Emmanuel Eboué, que ya quedó en evidencia en el primer gol, y batió por segunda vez al uruguayo Fernando Muslera.
El partido se rompió. Se sumió en el desorden turco. Con el Galatasaray roto y después de varias advertencias, llegó el tercero en una falta lanzada por Xabi Alonso que remató de cabeza Gonzalo Higuaín para anotar, lo que puso al Real Madrid muy cerca de las semifinales.
En el otro encuentro de ayer el Málaga empató a cero con un Borussia Dortmund que disfrutó de más oportunidades de gol y sólo la gran actuación del guardameta argentino Willy Caballero evitó que el conjunto germano se llevara un resultado todavía mejor en la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones.