La refinería de 65.000 barriles diarios, de una inversión cercana a $1.400 millones, a construir por Recope en asocio con una empresa china, sería muy pequeña, casi una tercera parte del tamaño de las refinerías de la Costa del Golfo de los Estados Unidos y otras de Latinoamérica, las que por sus dimensiones podrían producir los combustibles que se consumen en el país: gasolinas, diesel, gas licuado de petróleo, canfín, entre otros, a precios más bajos. Por esa razón, las refinerías, que actualmente tiene y construiría la Empresa Corporación Nacional Petrolera de China Internacional (CNPCI) en otras partes del mundo, son superiores en promedio a 200.000 barriles diarios.
Por tanto, es mejor para el sector productivo y para los usuarios de los combustibles del país, que Recope continúe importando los productos finales (gasolinas, diesel, etc.) en los mercados internacionales, que proceden en su mayoría de plantas procesadoras de gran tamaño y aprovechar las oportunidades que se presenten en el mercado nacional e internacional de energéticos en el futuro.
En algunos países, a pesar de no ser considerados “verdes”, han ido incorporando paulatinamente en su matriz energética (electricidad, gasolina, diesel y otras) otros productos más amigables con el ambiente como el gas natural, que es un 30% más limpio, más abundante en el mundo y más barato que el petróleo. Por ejemplo, República Dominicana, hace 12 años, dependía tanto como este país del petróleo; sin embargo, aquélla optó por independizarse, poco a poco, del “oro negro”. En este momento, el porcentaje del gas en su oferta de energía es de 25%, y sólo en 2012, las autoridades oficiales de ese país aprobaron la apertura de 15 estaciones de servicio más, un número similar de talleres para transformar vehículos y tres concesiones adicionales para el tratamiento y almacenamiento del gas.
En otras naciones como Colombia, Brasil y Argentina se tienen organizaciones integradas por las autoridades del Ministerio de Energía, Cámaras y productores de palma y otros cultivos biomásicos, plantas industriales, ingenieros agrónomos, entre otros, que impulsan la producción biocombustibles. En algunos casos, como en Brasil, y dependiendo de la tecnología vehicular, la sustitución de combustibles fósiles puede ser hasta del 100%, a lo que se adicionan beneficios sociales indirectos al generar empleo de mayor calificación en las poblaciones rurales.
En Cartago opera una empresa privada “Energías Biodegradables” que produce biodisel, a partir de palma africana y otros cultivos, para accionar autobuses de servicio público y sin embargo, sus dueños han expresado en varias oportunidades que, pese a la falta de apoyo gubernamental, han conseguido mantenerse en la actividad; así como ellos hay otros agroindustriales en el país que están llevando a cabo acciones similares.
Así, surge la pregunta, ¿cómo es posible que una empresa estatal “gigante” como Recope, no sólo se haya quedado atrás en la iniciativa de acceder a fuentes nuevas y renovables de energía autóctonas?; sino que ha decido poner todos los “huevos en una canasta” al optar por una refinería basada en el recurso más escaso del país “el capital”, que la obligará a operar la planta a plena capacidad para evitar que los precios de los combustibles fuesen superiores a los estimados en el proyecto, como lo presagian los oponentes al proyecto. Marchar en esa dirección retrasará a la empresa una migración paulatina a otras fuentes extranjeras o nacionales más limpias, investigar y explotar los recursos del subsuelo nacional y disminuir la dependencia externa de los combustibles, los cuales representan un 63% de la energía comercial.
Migrar a otras fuentes energéticas más limpias, extranjeras y/o nacionales, que generen más y mejor calidad de empleo en las zonas rurales, no significa que mañana habría que cambiar, obligatoriamente, el carro o transformarlo, para emplear el combustible sustituto. Sólo debe incrementarse el abanico de fuentes de energía en las estaciones de servicio, o en otros sitios estratégicos. El proceso se iniciaría en aquéllas actividades, donde la sustitución de energía sea más rentable, no sólo monetaria, sino también ambiental, como por ejemplo, en la generación de electricidad, la industria energo-intensiva en derivados del petróleo, el transporte público y privado de personas y carga.
En Paso Canoas, donde los precios de los combustibles panameños son más caros que en la Ciudad de Panamá, las gasolinas y diesel nacionales estaban hace 15 días un 30% más caros, a pesar que los precios locales están subsidiados (precio único) proceso que ha ido generándose a partir de 2007; diferencias que de acuerdo con el razonamiento se ampliarán con el proyecto.
La mayoría del público desconoce los defectos de las evaluaciones privadas y sociales del proyecto, las contradicciones con estándares internacionales de operación de la planta, márgenes de refinación, escogencia inadecuada de series de datos para proyectar los márgenes brutos de refinación, métodos de proyección de los márgenes de refinación con técnicas de corto plazo no adecuadas para las de largo plazo, entre otros, no refutados por Recope, en Foros y reuniones entre aquélla, la Contraloría, Diputados, entre otros, ellas serán expuestos a los lectores; con el fin de brindar más elementos de juicio para valorar una inversión de cerca de $1.400 millones, que afectará la competitividad y el bolsillo de los consumidores durante 20 años.