El radiotelescopio ALMA, uno de los más grandes del mundo ubicado en el norte de Chile, cumplió una década observando el Universo, tiempo en el que produjo más de 3.000 publicaciones científicas y contribuyó a capturar la primera imagen de un agujero negro en el centro de Vía Láctea.
El Gran Conjunto Milimétrico/submilimétrico de Atacama (ALMA, por su sigla en inglés) posee 66 antenas, las que están ubicadas a más de 5.000 metros de altura en el Llano Chajnantor, en el desierto de Atacama, el más árido del orbe.
\”ALMA ha transformado nuestra comprensión del Universo y ha abierto nuevas fronteras de investigación\”, dijo Sean Dougherty, director de ALMA, que este lunes conmemora oficialmente sus 10 años de funcionamiento con una ceremonia en la que las comunidades indígenas que viven en las cercanías del observatorio renovarán el \”Homenaje a la Madre Tierra\” que realizaron durante su inauguración en 2013.
Durante la última década, \”ALMA ha revolucionado nuestra comprensión del Universo al revelar nuevos conocimientos sobre la formación de planetas, estrellas y galaxias; descifrar la química del Cosmos; y ha sido un componente crucial en la obtención de las primeras imágenes de los agujeros negros\”, destacó el Observatorio Europeo Austral (ESO), socio del radiotelescopio, en un comunicado.
De acuerdo al texto, desde su inauguración, la comunidad astronómica ha producido más de 3.000 publicaciones científicas utilizando datos de ALMA. Uno de sus logros más conocidos es su contribución al proyecto \”Event Horizon Telescope\”, que capturó la primera imagen de un agujero negro en el centro de la Vía Láctea.
Las 66 antenas de ALMA están repartidas en 16 kilómetros del Llano Chajnantor. En su construcción y operaciones participan 21 países de Europa, Norteamérica y Asia del Este.
Hacia 2030, ALMA busca duplicar su capacidad de captar imágenes y lograr que éstas tengan un mayor detalle.