Soy un joven soltero de 18 años. Siempre he sido muy devoto para las cosas espirituales y desde que estoy en el colegio he pensado en dedicarme a la religión. Claro, yo sé que los padres estudian mucho y no sé si voy a dar la talla, pero lo que más me preocupa es que ellos no pueden tener relaciones sexuales y me quedan dos grandes dudas. Por un lado, si la abstinencia daña la salud y, por otro, si realmente es posible vivir sin relaciones.
Las relaciones sexuales no son indispensables en el ser humano en el plano individual. Es decir, no es una necesidad básica como: respirar, comer o beber agua, que ante su ausencia se pone en peligro la vida. El organismo funciona de la misma manera se tenga o no relaciones sexuales. De tal forma que se puede pasar toda la vida sin vida sexual, sin que esto genere ningún problema.
Por el contrario, para la naturaleza, el sexo es muy importante para la sobrevivencia de la especie, por eso, lo ha convertido en una actividad sumamente placentera y a través de diversos mecanismos la vuelve muy apetecible pero no la equipara a una necesidad básica.
Son muchas las personas, tanto hombres como mujeres, que a lo largo de toda su vida no tienen relaciones sexuales, producto de una decisión consciente y bien fundamentada, casi siempre motivada por razones religiosas, filosóficas, ideológicas y vivenciales.
Contrario a lo que se cree, estas personas viven una vida normal como cualquier otra persona, rara vez se sienten tentados, ni tienen que hacer grandes esfuerzos para mantenerse célibes, porque su actitud está respaldada por una fuerte convicción. Es más, sus vidas suelen ser más plenas porque por lo general se dedican a luchar por nobles ideales. Desde luego que estas decisiones requieren de una profunda reflexión libre de cualquier presión.