La fracción del Partido Restauración Nacional (PRN) reaccionó a las declaraciones de la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, quien ante los recortes que se han aplicado a la reforma fiscal estima que tendrán que aplicar ajustes más estrictos al empleo público.
Eduardo Cruickshank, diputado restauracionista que votó las mociones para eliminar el impuesto a la canasta básica y la educación privada, afirma que estos cambios no desbarajustan la reforma tributaria, como quiere hacer ver Hacienda.
“Ese es un argumento populista de algunas autoridades del gobierno para lograr presión y meter nerviosismo en la población costarricense. Es como querer decir que no gravar al sector más pobre es volver insuficiente el plan fiscal y eso no se vale”, afirmó.
Ante esto el gobierno ha dicho que se perderán cerca de ¢66.000 millones anuales que se pensaba recaudar con este impuesto.
Los restauracionistas insisten en que el proyecto tiene 29 exenciones y 12 no sujeciones que no favorecen la trazabilidad y fomentan la inflación, y que aun así el Poder Ejecutivo las incluyó en la iniciativa.
Cruickshank cree que si se tasa la canasta básica con deducción plena se logra la trazabilidad; es decir, que es posible seguir la huella en toda la cadena de producción para combatir la elusión y la evasión.
“El estudio del Instituto de Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica indica que al exonerar la canasta básica se tendrá una recaudación del 0,62% del PIB, un porcentaje mayor al que se obtendría si se le impone el IVA al 2%”, agregó el legislador.
POPULISTA, CÍNICA E INMORTAL
Otro congresista que reaccionó fue Jonathan Prendas, también del PRN. Calificó la actitud del gobierno como populista, cínica e inmortal.
“No solo porque es necio (entendido en su máxima definición), sino porque es jugar con las emociones, bienestar e integridad de las familias. Incluso hacer ese anuncio el día que justamente informan del decreto que permitirá que 15.000 funcionarios interinos del MEP pasen a propiedad puede ser considerado hasta como una ofensa.
Poner a escoger al funcionario público entre pagar impuestos al arroz y los frijoles o tener trabajo para que se sienta entre la espada y la pared es inhumano”, expresó.
Lamentó que el gobierno no haya aceptado impulsar una de sus propuestas para aumentar el impuesto a las bebidas alcohólicas a cambio de no gravar la canasta básica, idea que Hacienda descartó por no brindar seguridad en lo recaudado.
“Debo recordarle al gobierno que fueron ellos en estos cinco años los que tomaron pésimas decisiones como no presupuestar conscientemente casi ¢1 billón, como aumentar un 20% el presupuesto del 2014, como contraer deudas a corto plazo, como postergar dos años la discusión de un plan fiscal, como ocultar información a los diputados para evitar el cráter fiscal y como comprar un avión con $2 millones de sobreprecio”, agregó el legislador.
SIN GARANTÍA
A pesar de modificar el texto del proyecto para eliminar los impuestos a la canasta básica y la salud privada, este último con ayuda de Pedro Muñoz, diputado del Partido Unidad Social Cristiana, el jefe de fracción del PRN, Carlos Avendaño, insiste en que no hay garantía de aprobar el proyecto cuando llegue al plenario.
“Dependerá de una evaluación final”, declaró.
Mientras esto sucede, el gobierno buscará negociar con el Partido Liberación Nacional para revertir lo ocurrido en la comisión el pasado miércoles y el próximo lunes se conocerá si se logró un acuerdo cuando la comisión vuelva a reunirse.