El próximo lunes en el Tribunal Penal de Heredia se iniciará el juicio contra el publicista Marvin Brenes Oviedo, principal sospechoso de asesinar a golpes a su esposa Miriam Andrea Fernández Vallejo, quien tenía 20 años.
El hecho ocurrió el 29 de marzo de 2018 en una casa de montaña en San Isidro de Heredia, donde ambos vivían junto a su hija.
Ese día Brenes llamó a la madre de la víctima para decirle que se había caído en el baño y golpeado tan fuerte que la trasladaron al Hospital San Vicente de Paúl, donde falleció horas después. Sin embargo, el resultado de la autopsia reveló que, a la veinteañera que estaba estudiando periodismo, la habían asesinado a golpes.
Juan Diego Castro, abogado de Júrisis, explicó que junto a su equipo estará a cargo del caso y en el juicio, donde participarán 35 testigos, solicitarán la pena máxima contra el sospechoso, es decir 35 años de cárcel por los delitos de tentativa de femicidio, esto porque antes de asesinarla había pretendido ahorcarla, y por femicidio.
Además, la Fiscalía calificó los hechos por dos delitos de maltrato, maltrato y ofensas a la dignidad, incumplimiento de medidas de protección y femicidio, los cuales se sumaron al expediente.
Según explicó Castro, aunque Brenes es el principal responsable de lo ocurrido para él, la familia del sospechoso también tiene gran responsabilidad.
“Andrea fue tres veces víctima. Víctima de este sujeto, víctima del sistema judicial costarricense y víctima de la familia del asesino. No nos cabe la menor duda que ella es víctima muchas veces de Marvin, quien es un psicópata asesino y drogadicto que fue apoyado siempre por su madre, quien tiene una gran responsabilidad moral casi en el límite de lo jurídico porque ella fue la que llamó a Andrea y la engatusó, además protegió siempre a Marvin”, adujo.
Desde el 18 de julio de 2018 Brenes está cumpliendo la medida cautelar de prisión preventiva en la cárcel de Pococí, Limón.
EL CASO
DIARIO EXTRA conversó con Ivannia Vallejo y Douglas Fernández, padres de Andrea. Según contaron la relación entre su hija y Brenes comenzó en 2015 cuando este la contactó por Facebook.
Tras varios meses saliendo se hicieron novios, pero según Vallejo tiempo después comenzó a ver que Andrea ya no era la misma, pues no solía sonreír como acostumbraba, pasaba decaída y rápidamente bajó de peso.
Pese a esto la relación continuó y posteriormente la familia recibió la noticia de que Andrea estaba embarazada, por lo que se casaron para vivir en la casa junto a sus padres.
De acuerdo con Vallejo a partir de ese momento comenzó el verdadero infierno pues comenzaron a vivir las agresiones de Brenes hacia su hija, siendo que tiempo después el agresor se fue de la casa para volver a aparecer semanas antes del nacimiento de la chiquita.
Para los padres de la veinteañera la gota que derramó el vaso fue el 25 de diciembre de 2017, cuando Brenes llegó a dejarle unos regalos a la niña, pero en la visita intentó asesinar a Andrea tras tomarla del cuello.
Ahí interpusieron la denuncia por violencia doméstica y pensión alimenticia. Sin embargo, al parecer, la Fiscalía desestimó el caso por las agresiones.
Aparentemente, tras varias conversaciones con la familia del sospechoso, Andrea decidió retirar la solicitud de manutención, ya que a cambio de esto le ofrecieron vivir con él en la cabaña en San Isidro, Heredia.
“Ella vivía enamorada de Marvin, sin embargo era consciente de que no le convenía porque era una persona que solo aportaba cosas negativas. Cuando se alejaban yo veía que ya había momentos donde ella iba curando sus heridas y saliendo de la relación tóxica que tenía con él y ahí venía él a tratar de conquistarla otra vez”, expresó el padre de la fallecida.
Aunque hicieron lo posible por evitar que Andrea se fuera a vivir con Brenes, el 18 de marzo la pareja se trasladó al nuevo inmueble y el 29 de ese mes la asesinó a golpes.
Actualmente los padres de la joven están a cargo de la nieta de 2 años, pese a que la familia del sospechoso solicitó la custodia, pero se la negaron.
Ahora a los allegados de la veinteañera confían en que tras el juicio se haga justicia por el atroz femicidio.