Mientras, en Nicaragua, Daniel Ortega hacía un llamado a ir a las urnas, en Costa Rica, la comunidad nicaragüense pedía poner fin a su “dictadura” y acabar con el sandinismo.
Decenas de personas salieron desde el Parque de La Merced hacia la Embajada de Nicaragua este domingo gritando en una sola voz: “Libertad para mi país”.
Se trata de gente que se vino para suelo tico en busca de una mejor calidad de vida. Otros son perseguidos políticos, que tuvieron que huir de allá para proteger su vida.
Ellos quisieron hacer una manifestación para expresar lo que no pueden en las calles de su país. La justicia para los presos políticos y el llamado a unas elecciones presidenciales democráticas y transparentes englobaron parte de sus demandas.
El principal llamado era no salir a votar este 7 de noviembre porque, según señalaban, no sería un proceso de elección libre, sino apoyar la extensión del régimen de Ortega en un falso proceso.
“O se van a las buenas o se van a las malas, pero de que se van se van”, “Estamos inconformes con la dictadura”, “El Gobierno está corrupto”, “Tengan fe, el pueblo unido jamás será vencido”, “Viva Nicaragua pronto libre”, decían los paisas.
Muchos vestían de blanco y casi todos portaban la bandera de su país. Bailaron al ritmo de música típica a lo largo de la Avenida Segunda y pidieron a los costarricenses no ser indiferentes con lo que está viviendo esta nación.
“Nicaragua, te queremos libre”, “Ortega renuncia”, “Ortega criminal, se acerca tu final”, vitoreaban al tiempo que la actividad era custodiada por oficiales de la Fuerza Pública, quienes velaron en todo momento por el orden público y el libre tránsito vehicular.
Al final de la jornada, la protesta transcurrió sin contratiempos y se llevó a cabo de manera pacífica en un acto de apoyo a sus compatriotas a la distancia.
En enero de este año, Daniel Ortega cumplió 14 años de estar en el poder. Desde el 2007 ha sido el presidente de ese país y en días recientes trascendió cómo quienes pretendían enfrentarlo en este proceso electoral fueron detenidos o hechos a un lado achacándoles supuestos delitos. Esta sería su tercera reelección y quinto mandato.
Desde el 2017, eliminó los límites a la reelección para mandatos sucesivos en Nicaragua. Esto con base en una reforma constitucional.