Las quemas vandálicas son bastante comunes en el país. En algunas ocasiones, personas botan basura y le prenden fuego, otras veces ocurren por quemar cables para extraer el metal y venderlo.
Estas incidencias se concentran en el Valle Central, lo que obliga al personal de emergencias a desplegar varios camiones para atender la situación.
Los antisociales suelen aprovechar lotes baldíos y casas abandonadas para meterse a delinquir. En ocasiones se trata de transportistas de materiales y, en otras, personas que lucran con el cobre.
Los bomberos no tienen el registro clasificado por incidentes, lo cierto es que los siniestros estructurales han aumentado un 5,23%. San José y Alajuela son los más afectados. Se informó que la estructura que origina las llamas se concentra en dormitorios y precarios.
“Hay lugares que se prestan para que lleguen los camiones cargados de basura, los bote y otra persona le prende fuego. Eso provoca un gasto innecesario y abundante de agua”, relató Alexis Villalobos, subjefe de la Estación Metropolitana Norte.
Un chofer por un flete de esos puede ganar alrededor de ¢100 mil, frente a un costo de operación que asciende a ¢1,5 millones.
“Entre ocho a 10 bomberos, uso abundante de agua potable, horas de trabajo prolongadas, dos unidades extintoras, dos unidades de escena y una unidad de ambulancia (…) Se trabaja entre dos a 16 horas dependiendo el tamaño”, comentó.
Hay botaderos que presentan estas incidencias casi todos los días, pues están ubicados en lugares vulnerables y conflictivos, por lo cual los vecinos prefieren callar.
DIARIO EXTRA visitó comunidades de San Sebastián y Pavas para conversar con los lugareños, pero muchos se opusieron a dar declaraciones porque aseguran tener miedo a las represalias.
HARTO DE LO MISMO
En un pequeño lote, José Luis Calvo, vecino de San Sebastián, construye un jardín de plantas ornamentales y comestibles, ya que 20 años atrás el terreno fue ocupado por basura que llegaban a tirar y en ocasiones dice que le prendían fuego.
“Mi esposa y yo comenzamos a pensar qué hacer porque el problema se estaba saliendo de nuestras manos, llegaban los carros y botaban todos los desechos. Atrás de este lote lo que hay es un guindo, por lo que empezamos a sembrar y sembrar para embellecer la zona”, comentó Calvo, quien sueña con tener algún día un vivero.
Los vecinos de las zonas donde hacen las quemas se exponen a los componentes químicos que se queman, incluso personal de Bomberos explicó a El Periódico del Pueblo que utiliza tanques de oxígeno porque a veces la labor se dificulta.
“Pedimos que se pongan la mano en el corazón para que mantengan todo limpio y ordenado (…) En San Sebastián el servicio de recolector es muy bueno, como para estar en esta situación”, concluyó Calvo.
MEDIO AMBIENTE
El Cuerpo de Bomberos reconoce que además de los vecinos y de los recursos que se gastan, el medio ambiente es otro de los principales afectados.
De acuerdo con un estudio de la Regencia Química del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la quema de cable genera cenizas tóxicas equivalentes en peso al 25% o 30% del material calcinado. Estos residuos intoxican el suelo, el agua y el aire, además llegan a las vías respiratorias de personas y animales.
“Hemos corroborado que, al quemar el aislante de los cables, tanto eléctricos como telefónicos, pueden liberarse hasta 60 sustancias tóxicas de alto riesgo. Hacemos un llamado a la población a denunciar la combustión ilegal de estos materiales”, explicó Carlos Eduardo Coto, regente del ICE.
Alexis Villalobos
Bombero
“En ocasiones los incendios provocados por mano criminal demandan hasta 120 mil litros de agua”.
José Luis Calvo
Vecino
“Pedimos al que lee esta noticia que se ponga la mano en el corazón para que mantenga todo limpio”.