Tras 18 meses en investigaciones, el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) en conjunto con otras dependencias internacionales desarmaron una narcobanda que enviaba droga de Costa Rica a Europa por medio de tarimas para piña y generó ganancias de hasta ¢1.799 millones.
El operativo lo lideró la Policía de Control de Drogas (PCD) junto a la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) y la Fiscalía Adjunta de Narcotráfico y Delitos Conexos del Ministerio Público, bajo la colaboración de la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BKA), Buró Federal de Investigaciones (FBI) y Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos.
Los detenidos son cinco costarricenses de apellidos Boza Abarca de 56 años, Gamboa Cordero alias “Memis” de 44, Huertas Cedeño de 34, Jara González de 43, Valerio Hidalgo de 34 y un colombiano con cédula de residencia tica apellidado Pino Cortés de 37.
Mientras en territorio alemán dieron con el líder, un teutón de apellido Staut y su pareja sentimental, un guatemalteco conocido como Tahuite. Ambos tenían 24 kilos de cocaína y cayeron en un aeropuerto.
Los agentes judiciales allanaron 8 lugares en distintas partes del país. En Naranjo revisaron una vivienda y una empresa para fabricar tarimas, dos casas y una bodega en Ciudad Quesada, y tres moradas más en Aguas Zarcas, Sarapiquí y San Sebastián.
En los puntos decomisaron droga y dinero en efectivo, todo esto lo enviaron a la Fiscalía para que sea tomado como prueba.
¿CÓMO OPERABAN?
Según las averiguaciones del Ministerio Público, en una bodega de San Carlos almacenaban la coca, la agregaban en Naranjo dentro de las tarimas, incluso las pintaban de diferentes colores para que sus compradores en el Viejo Continente las identificaran con facilidad.
Tiempo después las enviaban por tierra hasta Moín en Limón, las cargaban en los barcos hasta que atracaban en Holanda o Alemania bajo la fachada de vender fruta.
Durante el tiempo de investigación se corroboró que cada kilo de cocaína lo vendían en 50 mil euros (¢31 millones) en estos países.
En total lograron enviar al otro lado del charco 56 kilos, que rondan los €3 millones (¢1.799 millones).
CACERÍA DE 18 MESES
El seguimiento a estas personas inició el 22 de marzo del 2017, cuando la PCD recibió información del FBI acerca de una banda criminal liderada por un hombre de nacionalidad israelí, apellido Orgad, que enviaba droga a Europa.
Las autoridades costarricenses se armaron para buscar información, ahí dieron con el modus operandi relacionado a la piña, en octubre del año anterior identificaron a todos los miembros y esta semana procedieron con sus capturas.
Durante este tiempo se efectuaron dos operativos, el primero en febrero del 2018 en Rotterdam, Holanda, con el decomiso de 19,3 kilogramos de cocaína.
El segundo hace cinco meses en suelo nacional, dieron con 8.3 kilogramos de perico en un contenedor que iba con destino a la ciudad de Hamburgo, Alemania.
Ambos tenían en común que contenían piña y divisaron la coca en medio de las tarimas.
BUSCAN CONEXIÓN
Por el momento, solo queda una persona por detener, se trataría del israelí de apellido Orgad, pero no ha sido posible porque hace tres meses desapareció.
Oficiales de la Fuerza Pública le siguieron la pista desde que la PCD les brindó detalles de su paradero, desde ahí pusieron varios agentes en su departamento en los hatillos, al suroeste de San José.
Sabían que vivía solo, se mantenía por mucho tiempo en el país y tenía poca relación con los vecinos, su figura en la agrupación era clave porque era la conexión con sus compradores en Alemania, pero por extrañas circunstancias salió en carro y no regresó.
Michael Soto, ministro de Seguridad, agregó que entre los detalles que les llamaron la atención está que ninguna de sus pertenencias fue sustraída. Sospechan que salió del país o lo mataron, pero aún no tienen un enfoque claro.
Lo que sí recalcó es que, tras su desaparición, el grupo se debilitó y por poco se desintegra, pero al final tomó fuerza hasta que le dieron cacería.