La Marcha del 8M concluyó afuera de la Asamblea Legislativa con la quema de fotos del presidente de la República, Rodrigo Chaves.
Con consignas, ofensas y tachando al mandatario de “acosador”, los colectivos convocados hicieron una rueda para prenderles fuego a imágenes de Chaves.
En simultaneo, profirieron cantos y ofensas contra diputados de Nueva República, quienes en horas de la mañana aseguraron que el feminismo “no era andar pelándose las tetas en las calles” (ver nota adjunta).
Y aunque lo anterior no sucedió, bastantes personas gritaron no solo contra la fracción legislativa, sino que arremetieron contra miembros de la Fuerza Pública, funcionarios legislativos y medios de comunicación, incluido DIARIO EXTRA.
Otros, de los partidos Liberal Progresista (PLP), Liberación Nacional (PLN), Progreso Social Democrático (PPSD) y Unidad Social Cristiana (PUSC), también se llevaron un buen baño de madrazos por parte de los colectivos.
El comisario Daniel Calderón Rodríguez, director general de la Fuerza pública, dijo a este medio que no hubo ninguna persona detenida, a pesar de que algunas intentaron agredir a cuerpos de la policía.
Incluso, El Periódico de Más Venta en Costa Rica pudo presenciar cuando una de las manifestantes, encapuchada, tiraba pintura roja a los policías que custodiaban el perímetro del Congreso.
Otros, camuflados bajo la oscuridad de la noche y el tumulto de personas, realizaron grafitis y pintas en las paredes amarillas del Museo Nacional.
Parte de las frases escritas estaban vinculadas a “aborto libre” o censurar, nuevamente, al presidente de la República.
Quizás, el punto más álgido de la manifestación fue cuando empezaron a tirar huevos a los cuerpos policiales, los cuales tuvieron que protegerse “del ataque” con sus respectivos escudos. No obstante, la situación no pasó a más y pasadas las 8 de la noche, los manifestantes se retiraron del sitio.