El Monstruo pudo ganar, dejar encaminada su serie ante el Philadelphia Union y quitarse un peso de encima, pero producto de sus propios errores ahora está contra las cuerdas, abajo 3-2 en la Copa de Campeones de la Concacaf.
Los morados aplicaron al pie de la letra el refrán que dice que el que perdona pierde.
El conjunto tibaseño empezó arriba en el marcador por la mínima y tuvo para hacer más grande la diferencia, pero las dejaron ir una tras otra hasta quedar cuesta arriba. Aquí enumeramos los principales pecados del Saprissa.
CAMBIOS LENTOS
Vladimir Quesada reaccionó con hombres del banquillo hasta que se vio igualado en el pizarrón.
La primera permuta la hizo al 56’ para sacar a un Orlando Sinclair que no pesó para dar paso a Javon East, luego esperó hasta el 70’ para hacer dos modificaciones más y al 81’, cuando ya estaban abajo en el marcador, agotó los cambios.
“Nos duele, estamos tristes, este grupo de jugadores normalmente está acostumbrado a ganar y ganarlo todo y se ha preparado con muchas ansias e ilusión. No nos gusta perder y menos en nuestro estadio.
Creemos que la serie no ha terminado, el 3-2, el segundo gol que conseguimos nos mete en la pelea y estoy seguro que podemos hacerlo”, afirmó Quesada.
MALA PUNTERÍA
Pero no todo es culpa de Vladimir. Los jugadores también dejaron de hacer.
Solo en la primera mitad del partido su arsenal de ataque generó cuatro acciones claras para anotar, pero ninguna cumplió su cometido.
Warren Madrigal, Orlando Sinclair, Yoserth Hernández y Luis Díaz perdonaron de cara a marco, de modo que fueron los principales responsables de que al descanso la única anotación saprissista fuera un autogol del Philadelphia Union.
“Nosotros en el primer tiempo pudimos haber definido el partido, creamos las opciones, la tuvieron varios jugadores frente al marco contrario, pudimos anotar además del autogol 2 o 3 bien claras creadas por nosotros”, comentó el técnico morado.
En la segunda parte, Javon East también falló en la recta final del cotejo.
REFERENTES BORRADOS
Vladimir Quesada reconoció que los llamados a tirar del carro tibaseño fueron borrados del campo ante Philadelphia Union. El estratega fue crítico, como pocas veces lo es.
“Hubo un momento en que muchos de nuestros jugadores referentes en el segundo tiempo digamos que desaparecieron y eso provocó que hubiera una división de la pelota y que el equipo de Philadelphia llegara con opciones de peligro a nuestra área”, dijo.
Figuras como Mariano Torres y Fidel Escobar no tuvieron su mejor noche. Gerald Taylor fue el mejor del Monstruo.