Empieza la época lluviosa y con ella las emergencias en nuestras comunidades por inundaciones. Esperamos que las Municipalidades y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) hicieran lo que les corresponde con la ciudadanía en temas de prevención y en las comunidades más vulnerables, donde todos los años se reportan los mismos problemas.
Pero no solo a dichas entidades les toca la responsabilidad, sino que a cada uno de los habitantes les corresponde velar por que las alcantarillas de su barrio estén limpias, los ríos fluyan sin presas de basura y mantenerse alejados de las laderas que amenazan con arrastrar todo a su paso.
Todo lo anterior con el objetivo de prevenir en las comunidades todo aquello que podría ocasionar una inundación y los daños que acarrean las anegaciones en casas y edificios tanto públicos como privados. Esto es lo primero para evitar que los habitantes duerman en albergues y deban pasar por la pena de angustiarse sobre cómo recuperarán las pertenencias que cierto río arrastró con él o dejó inservibles.
Con las tremendas emergencias reportadas por DIARIO EXTRA el año pasado en decenas de lugares en diferentes cantones del país, todos deberíamos estar preparados para los aguaceros que se avecinan, pues primeramente empezarán en la Zona Sur y después paulatinamente abarcarán el Valle Central, el Pacífico y la Zona Norte. Estos, por cierto, tampoco son tiempos para descuidarse ni andar sin capa y sombrilla cuando se sale de casa.
Todavía hay tiempo de revisar los techos y canoas, hasta de hacer muros, alistar sacos de arena para no dejar entrar el agua que llega con fuerza y destroza todo a su paso en algunas zonas que fueron construidas de una manera desordenada, sin planificación y que ante problemáticas como la sobrepoblación mucha gente se arriesga a construir cerca de lugares inadecuados y peligrosos.
Debemos estar alertas con las autoridades de primera respuesta, comunicar con tiempo los niveles de los ríos y de las montañas que son propensas a deslizamientos para evitar una tragedia, así como estar pendientes de las noticias donde los expertos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) anuncian el panorama que afrontamos.
Manejemos con precaución ya que las carreteras también se convierten en un peligro mayor y hasta en trampas mortales, también seamos responsables y no crucemos ríos o quebradas si está lloviendo mucho.
Se tiene pronosticado que al menos dos tormentas tropicales afecten nuestro país, eso conlleva que habrá muchos más aguaceros de los que de por sí caerán en época lluviosa, y lamentablemente siempre son los mismos lugares que se ven afectados por los temporales.
Esperemos en Dios que esta época de “invierno” que termina hasta noviembre no nos arrebate vidas y que las pérdidas materiales se tornen mínimas. Sin embargo, eso dependerá principalmente tanto de las labores preventivas por parte de las autoridades como del cuidado que muestren los habitantes.