Conozca las causas más comunes
La patria potestad se refiere a la autoridad como tutor legal sobre un menor de edad y cuando es retirada puede seguir un proceso para recuperarla, de acuerdo con el motivo que propició esta decisión.
Ana Rojas, trabajadora social, explicó que cuando el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) recibe una denuncia inicia un proceso de investigación para determinar si existen faltas u omisiones por parte de la familia que vulneren los derechos del niño.
“Dependiendo de la gravedad de la situación se valoran los entornos protectores y el nivel de riesgo en el que se encuentra el niño. A partir de ahí se pueden tomar diferentes medidas, como la separación temporal del menor o la implementación de un tratamiento para la familia. Casos más graves se elevan a la autoridad judicial para la posible suspensión o pérdida de la patria potestad”, aseguró.
¿Es posible recuperarla?
Si un padre o madre ha perdido esa autoridad y desea recuperarla, el primer paso es presentarse en la oficina del PANI correspondiente a su lugar de residencia.
Allí se le informará sobre la situación y se le dará la oportunidad de demostrar que ha superado las condiciones que llevaron a la pérdida de esa facultad, como situaciones de negligencia o maltrato, según Rojas.
La institución emplea equipos interdisciplinarios compuestos por abogados, psicólogos y trabajadores sociales, quienes evaluarán el compromiso del progenitor y su capacidad para garantizar el bienestar del niño.
“Existen situaciones donde la recuperación es más sencilla, como cuando la omisión fue por desconocimiento de la legislación. Por ejemplo, no enviar al niño a la escuela. Pero en casos de violencia grave o abuso es más difícil que se restituya la patria potestad”, agrega la experta. En algunos casos si la recuperación no es viable se puede delegar la guarda crianza a otro familiar que le brinde un entorno seguro.
¿Cuáles son los motivos más comunes?
El PANI indica que las causas más frecuentes, pero también comunes, de retiro de dicha autoridad es la llegada a la mayoría de edad, así como el divorcio.
También por la “declaratoria judicial de abandono, que se produzca por encontrarse la persona menor de edad en riesgo social y no exista oposición de los padres o cuando, suspendido el derecho, ellos no demuestren haber modificado la situación de riesgo del menor de edad en el plazo que el juez les haya otorgado”.
Por último, cuando haya sido objeto de violación, abusos deshonestos, corrupción o lesiones por parte de alguno de los progenitores.