Una nueva inteligencia artificial (IA) se suma a la competencia contra gigantes ya consolidados como GPT-4 de OpenAI.
DeepSeek, laboratorio ubicado en Shanghái, invirtió aproximadamente $138 millones de dólares en el desarrollo de su modelo IA DeepSeek-R1.
Dicha IA se destaca por su capacidad de razonamiento avanzado. Según sus desarrolladores, esto permite que mejore la precisión en tareas más complejas, como la resolución de problemas matemáticos y lógicos.
Uno de los apartados destacables es su capacidad para auto-verificar su información, dedicando más tiempo para analizar cada pregunta, reduciendo el margen de errores en modelos ya tradicionales.
Cabe destacar que esta IA bloquea consultas las cuales pueda considerar sensibles políticamente.
Así lo demostró durante pruebas, en donde se negó a responder preguntas sobre Xi Jinping, Presidente de la República Popular China. También evadió temas sobre la Plaza de Tiananmén e implicaciones geopolíticas de China con Taiwán.
DeepSeek-R1, aun teniendo desafíos por resolver, busca desafiar el dominio de otros gigantes de la IA, en su mayoría estadounidenses.