Las pulperías, los minisúper, las panaderías de barrio, las farmacias independientes y otros comercios detallistas estarían en riesgo ante la llegada de grandes cadenas de supermercados. A esta conclusión llegó Fundes, organización internacional que promueve el desarrollo competitivo de las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Del estudio presentado este miércoles se desprende que existen 9.600 comercios tradicionales, que generan cerca de 20.240 empleos en el país.
No obstante, se trata de un canal de ventas que está bajo amenaza, no solo por las cadenas globales, sino por el crecimiento acelerado de la venta moderna de comestibles.
El canal tradicional tiene un enorme peso en Costa Rica, indica el documento.
Frente a este escenario, Fundes desarrolló dos iniciativas que tienen como objetivo fortalecer el canal tradicional e impactar de manera positiva en la relación entre las pymes y las grandes empresas.
Mauricio Ramírez, coordinador de Inteligencia de Negocios de Fundes para América Latina, explicó que se pretende asegurar la vigencia de este canal tan importante, tanto para las comunidades como para la gran empresa.
El censo encontró que, entre los principales retos de las tiendas de barrio, destacan la alta competencia entre los formatos, problemas con la facturación electrónica, poca diversificación de productos y servicios, la urgente necesidad de actualización de la propuesta de valor de las tiendas hacia el consumidor y la necesidad de creación de redes, que permitan mantener revitalizado al canal.
Una de las redes se llama “Entre Pulperos”, que, mediante una plataforma, construyó una comunidad, en la que actualmente ya han logrado integrar más de un tercio de los comercios del canal tradicional costarricense.
En la comunidad se comparten, gratuitamente, consejos para mejorar sus resultados de negocio, se comunican políticas públicas, tips de ahorro de energía, comerciales, datos para conocer mejor los productos y ofrecerlos al consumidor, promociones y la posibilidad de generar alianzas, entre muchas otras ventajas.
“Los puntos de venta y demás pymes que integran el canal tradicional son claves en las comunidades y economías locales de Costa Rica, así que no puede existir una evolución de este canal que no integre a los pulperos, quienes son los que están cerca del consumidor en sus puntos de venta y pueden dar un servicio diferenciado al cliente”, agregó Ramírez.
DATOS DE INTERÉS
Entre los datos interesantes del estudio está la nacionalidad de quienes manejan estos comercios pequeños y medianos, que impactan a 70.000 familias en Costa Rica.
77% costarricenses
19% asiáticos
3% nicaragüenses
1% otros