Los vecinos de Pital de San Carlos cerrarán las puertas de sus negocios y viviendas para reunirse en el salón comunal y buscar alguna solución debido a los constantes enfrentamientos entre dos pandillas que tienen atemorizados a los vecinos y turistas.
Según las autoridades, la guarida de los sujetos se ubica en el temido barrio Chino de Pital, donde hay una rejunta de personas de los pueblos más conflictivos de San José y algunos nicaragüenses que conviven en casas de bien social otorgadas por el gobierno.
En la entrada del vecindario hay un supuesto rótulo que dice: “Entrarás fácil, pero no saldrás tan fácil”, lo cual provoca que ni los equipos emergencia (Cruz Roja, Bomberos, y oficiales de la Fuerza Pública) se atrevan a ingresar.
Este numeroso grupo se dedica a robar, asaltar, extorsionar y hasta asesinar para medir fuerzas en la lucha por posesionarse en el mercado de las drogas, inclusive una de las organizaciones tiene como regla que ninguna mujer sea víctima.
La última gresca empezó hace dos semanas cuando un joven identificado por la Policía como Franklin Díaz, de 22 años y conocido como “Managua”, protagonizó una riña donde salió gravemente herido uno de sus rivales más enconados, el cual días después cobraría venganza.
Ese día el joven estaba con su esposa y la hija de ambos en brazos cuando llegó el hombre que había herido anteriormente y sin mediar palabra sacó un arma y le pegó un plomazo en el pecho que lo mató minutos después, mientras ingresaba al centro médico.
Ante la convulsa situación, se desplazaron oficiales de la Fuerza Pública de Ciudad Quesada, ya que los destacados en Pital no eran suficientes para controlarla.
Un banco estatal también ha sufrido los estragos de las pandillas: semanas atrás quebraron uno de sus vidrios durante una riña, lo cual impide que los vecinos hagan alguna diligencia en horas de la noche.