Uno de los proyectos en los que trabajará la Superintendencia de Pensiones (Supen) más fuertemente durante el próximo año es la creación de una pensión universal.
Eso implica garantizar una pensión a la ciudadanía, independientemente de si cotizó o no, dado que se estima que hoy un 40% de la población no tiene ingresos para la vejez.
Lo anterior hace que muchas personas caigan en estado de pobreza y parte del problema es que en el Régimen No Contributivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) hay miles en espera.
Pero la pregunta del millón es ¿cómo van a financiar que todos tengan al menos un ingreso mínimo? Rocío Aguilar, titular de la Supen, indicó que están pensando en varias opciones. Una es tomar los dineros de los fondos de pensiones con cargo al presupuesto. La Superintendente explicó que, conforme se vayan liberando los recursos de las pensiones con cargo al presupuesto, ya sea porque caduquen o fallezcan los beneficiarios, el dinero podría redireccionarse.
Se trata de los fondos con los que hoy se financian las pensiones del Poder Judicial, el Poder Ejecutivo, la Asamblea Legislativa y el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) entre otros. No todas, pero algunas son consideradas como pensiones de lujo.
OTRAS OPCIONES
De momento, esta es solo una idea, pues el Gobierno está apostando por el proyecto 21.345 del cierre de los regímenes de pensiones contributivos con cargo al presupuesto nacional en un plazo de 18 meses, respetando los derechos adquiridos.
Aguilar también mencionó como otra posibilidad que se dé una reorientación de la contribución del Estado a los regímenes de pensiones y de las cargas sociales.
“Sería un paliativo para complementar los recursos de la pensión básica universal. Tenemos un gran interés y nos parece que la sociedad debe estar también pesando en eso a largo plazo, porque la vejez está a la vuelta de la esquina”, dijo.
ENTRE ¢100.000 Y ¢170.000
No se ha habla de un monto definido, pero el intendente de pensiones, Adrián Pacheco, mencionó que podría ubicarse entre los ¢100.000 y los ¢170.000.
La Supen cree que la pensión básica universal es algo vital por las transformaciones demográficas y en los mercados laborales. Aguilar cree que no se puede seguir sustentando en la planilla.
“No es una pensión que arranca de la noche a la mañana, hay que construir las bases para ese fondo y tenerlo rigiendo algunos años después”, señaló.