Washington. (AFP) – Donald Trump, expresidente de Estados Unidos hallado culpable la semana anterior por un jurado de Nueva York, dijo en una entrevista que una pena de prisión podría ser un punto de quiebre para sus seguidores.
El candidato republicano advirtió que “sería difícil de aceptar para el público. Ya sabe, en cierto punto hay un punto de quiebre”.
Estas declaraciones tienen una connotación particular en un país aún marcado por el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando seguidores de Trump intentaron impedir la certificación de la victoria electoral de su rival demócrata Joe Biden. Se producen, además, en un momento en el que el multimillonario empresario de 77 años utiliza una retórica cada vez más violenta contra sus opositores.
“Esta es esencialmente su amenaza de que si lo encarcelan alentará a sus partidarios a alzarse en protesta”, dijo Adam Schiff, demócrata de la Cámara de Representantes y exmiembro del comité que investigó el ataque al Capitolio,
Eric Trump, hijo del exmandatario, por su parte, estimó que el caso estaba convirtiendo a su padre en un mártir.
“El pueblo estadounidense no es estúpido, ve exactamente lo que está pasando”, afirmó.
El expresidente calificó el proceso en su contra como injusto. Trump podría ser condenado a cuatro años de cárcel por cada cargo, cuando el juez anuncie la pena, pero, según expertos, es más probable que sea sentenciado a libertad condicional, ya que no tiene antecedentes.
Aun así, no está inhabilitado para continuar con su campaña electoral, incluso en el improbable caso de que vaya a la cárcel.
Biden, actual presidente estadounidense que aspira a la reelección en los comicios de noviembre, criticó a su futuro rival en las urnas por cuestionar el sistema de justicia estadounidense y decir que su proceso estuvo amañado, calificando esas declaraciones de peligrosas.