En la edición de DIARIO EXTRA, medio de comunicación más recientemente escogido por Dios para dirigirse a la Humanidad, en fecha 27 de marzo 2024, me referí a: “Las últimas palabras de Jesús”. Hoy, me referiré a las primeras palabras de Jesús Resucitado.
1.- “Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?” (Juan 20, 11-18). Cuando María Magdalena, de madrugada, fue al sepulcro el primer día de la semana, encontró el sepulcro vacío, lloraba. En ese momento, vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús. Él le hace las preguntas arriba mencionadas, cuando le dice su nombre: “María”, ella lo reconoció. Jesús le pide que avise a los demás y les dijera: “Subo a mi Padre, que es Padre de ustedes; mi Dios, que es Dios de ustedes”.
2.- “La paz esté con ustedes”. Así saluda Jesús Resucitado a su Madre Santísima y a los apóstoles. (Lucas 24, 35-48, Juan 20, 19-31).
3– “¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?”. Jesús dijo a sus discípulos: “¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas! ¡Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?”. Y comenzando por Moisés siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a Él. (Lucas 24, 13-35). Esto sucedió el mismo día de la resurrección, cuando dos de los discípulos caminan hacia un pueblo llamado Emaús. Mientras van conversando, en el camino, Jesús se les apareció y les pregunta lo arriba señalado.
4.– “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado, y no sigas dudando, sino cree”. (Juan 20, 19-31). Palabras dirigidas al apóstol Tomás. Cuando al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos. Tomás no estaba con ellos, los otros discípulos le decían que habían visto al Señor. Pero Tomás les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”.
5.– “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura”. (Marcos 16, 9-15). Esto sucedió el primer día de la resurrección, Jesús se presentó a los Once Apóstoles, y cuando estaban a la mesa, además de decirles que prediquen el Evangelio, les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que ya habían visto a Jesús Resucitado.
6.– “No teman, soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo yo”. Mensaje de Jesús a sus apóstoles. (Lucas 24, 35-48).
Como cristianos, nuestra fe se centra en el acontecimiento más importante de la historia: la resurrección de Jesucristo. San Pablo nos recuerda en 1 Corintios 15,17: “Y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es inútil y sus pecados no han sido perdonados”.
*Servidor de apostolado en la Iglesia