Ducharse es una práctica para mantener la higiene y la buena presentación personal, sin embargo, algunos se equivocan con el proceso.
El lavado diario del cabello, es un error ya que hace que el cuero cabelludo se irrite y aumente la resequedad, en su caso se recomienda hacerlo cada dos o tres días, incluso una vez a la semana dependiendo de la sudoración y la exposición a los cambios de ambiente.
Otra equivocación es tomar largas duchas ya que puede quitarle a la piel su humedad natural. El tiempo ideal del baño debe ser entre 5 y 10 minutos.
Al momento del secado no se debe ejercer demasiada fuerza ya que la piel se puede irritar, lo mejor es usar movimientos suaves, circulares y lentos, lo cual mejorará los resultados y será más agradable para todo el cuerpo.
Muchos piensan que no bañarse después de hacer deporte no trae problemas, no obstante, es un completo error, aunque se considere no hubo sudoración, esto no significa que la piel no ha producido gérmenes por medio del aumento de la temperatura corporal. Una ducha corta bastará para retirar todos los residuos y mantener la piel en óptimas condiciones.
No se recomienda aplicar el acondicionador en toda la cabeza, especialmente cerca de la línea central del cabello o el cuero cabelludo, ya que esto hace que aumente la producción de grasa. Es mejor aplicarlo de medias a puntas.
Se debe evitar a toda costa envolver el cabello en una toalla,ya crea un estancamiento de la humedad que afecta a la calidad del cabello y a la salud del cuero cabelludo, aumentando la aparición de hongos.
Aunque es un hábito muy popular depilarse en la ducha, algunos expertos dicen que esta práctica no es muy saludable para la piel, esto al consideras que el flujo del agua hace que la piel se sienta extremadamente húmeda y sensible, lo que puede causar irritación y cortes inesperados. Es mejor pasar a la afeitada antes o después de la ducha, cuando la piel se encuentra completamente seca.