El presidente de la República, Rodrigo Chaves, justificó la fiesta de fin de año que realizaron algunos funcionarios de Casa Presidencial en diciembre de 2022.
La actividad tuvo lugar en una finca vinculada a la exesposa de Allan Pacheco Dent, empresario detenido este martes por presunta tala ilegal en Gandoca, Manzanillo.
Según explicó Chaves durante la conferencia de prensa de los miércoles, la fiesta se habría pagado con fondos privados, por lo que asegura que no tenían por qué presentarle facturas a la Contraloría General de la República (CGR).
El mandatario dijo que tampoco tenían que presentarle comprobantes de pago a Ariel Robles, diputado del Frente Amplio, quien cuestionó dicha celebración en el plenario.
“Yo no le debo un favor a nadie. ¿Qué tiene él (Robles) que andar preguntándole a un grupo de personas privadas qué hacen para celebrar la vida con plata propia? ¿Qué tiene que andar haciendo eso?”, manifestó Chaves.
SIN PAGO DE ALQUILER
A pesar de que Chaves asegura que fueron recursos privados, una fuente cercana a Casa Presidencial confirmó a DIARIO EXTRA que para dicha celebración solo se pidieron alrededor de ¢20.000 para el pago de la comida. Dijo que nunca se solicitó dinero para la reservación o el alquiler de la lujosa finca, ubicada en Barva de Heredia.
Este medio se comunicó con la empresa que administra el lugar, la cual señaló que el precio para una fiesta de 20 personas en diciembre ronda los $1.500 (poco más de ¢900.000 al tipo de cambio de ese momento).
La fuente agrega que habrían sido Jorge Rodríguez Vives, exministro de Comunicación, y un asesor de apellido Olivares quienes organizaron la fiesta el 11 de diciembre de 2022.
SI FUE DONADA, HAY DELITO
En caso de que el espacio para la fiesta haya sido prestado para el convivio navideño de algunos trabajadores del Despacho Presidencial, el Departamento de Protocolo y el Ministerio de Comunicación, no emitir reporte alguno podría considerarse un acto de enriquecimiento ilícito.
Alfredo Chirino, catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR), explicó que “en Costa Rica la Ley contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito en la Función Pública, Ley No.8422, establece la obligación de declarar los donativos recibidos por los funcionarios”.
“De acuerdo con el artículo 39 de esta ley, los funcionarios deben declarar los donativos que reciban cuyo valor sea superior a un salario base del puesto de Asistente Administrativo 1 del Poder Judicial (¢462.200). El monto exacto puede variar cada año con base en los ajustes salariales”, agregó.
Asimismo, advierte que la ausencia de entregar las facturas podría afectar la transparencia y la rendición de cuentas, principios que considera fundamentales en la gestión pública.
“Habría que distinguir si el funcionario ha utilizado dinero público o si es simplemente una ausencia de facturas para la verificación de los gastos. En el caso del uso de dineros públicos, y no hay presentación de facturas, esto se podría interpretar como un uso de recursos públicos con beneficio personal.
En todo caso debe tenerse en cuenta que el presidente podría decir que pagó todo de su propio bolsillo, caso en el cual habría que hacer una investigación con el fin de que la transparencia que su gestión debe revestir no se vea empañada”, aseveró.
Chirino agrega que, aunque se pagó con dineros privados, siempre existe la posibilidad de que pudiera haber un conflicto de intereses como una persona investigada por hechos ilícitos, por ello señala que la investigación debe ser necesaria.
SEÑALA ANOMALÍAS
En control político, el diputado Robles dio a conocer que la fiesta navideña de algunos funcionarios de Casa Presidencial se hizo en la finca vinculada a Pacheco Dent, la cual, según una investigación de El Periódico del Pueblo, es propiedad de una sociedad en la que su excuñada figura como presidenta y su exesposa como secretaria.
Se trata de la sociedad anónima Hacienda La Marta, cuya presidente es precisamente Marta Steinvorth Koberg, excuñada de Pacheco Dent y hermana de Virginia Steinvorth Koberg.
Según el registro del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Steinvorth y Pacheco Dent se divorciaron en agosto de 2023.
Otro dato que llama la atención es que ambos eran vecinos del propio mandatario, pues tenían una casa en el exclusivo condominio donde reside Chaves, ubicado en Curridabat.
De hecho, Chaves en conferencia admitió que Pacheco Dent era su vecino y que lo conocía.
“Yo le pedí a Casa Presidencial que me entregara las facturas de esa fiesta, que se organizó en la finca de Pacheco Dent, el que hoy está detenido. Y resulta que aquí el jefe de despacho (Gabriel Aguilar) me dice que no me da las facturas de una actividad privada de los funcionarios de Casa Presidencial. ¡Mucho ojo! A ver si el pago por esa fiesta fue las montañas de Gandoca-Manzanillo”, dijo Robles en el plenario.
Este medio tuvo acceso a dichas fotografías, donde se ve a funcionarios cercanos a Chaves (entre ellos Rodríguez Vives, entonces ministro de Comunicación,) disfrutando la celebración, en los predios de la finca, donde hay hasta un lago.
“Fiesta sí hubo el 11 de diciembre del 2022 en la propiedad de la familia de Allan Pacheco Dent, hoy detenido por el Ministerio Público. ¿Dónde están las facturas y quién la pagó? Porque en Gandoca-Manzanillo, ni en Talamanca, ni en las montañas de este país, ni patrimonio natural del Estado, es un cheque de Rodrigo Chaves en blanco para pagar con esas tierras.
Eso no es de él, no le pertenece y las fiestas de amiguitos que las paguen entre los amiguitos, pero no con el patrimonio natural del Estado”, sentenció Robles.
MINISTRO CORTA LLAMADA
DIARIO EXTRA intentó conocer la versión de Jorge Rodríguez Vives, quien en ese entonces fungía como ministro de Comunicación, así como tener explicaciones de cómo se organizó la celebración y quién intermedió para escoger ese sitio, pero cortó la llamada que hicimos a su celular. También dejó en visto los mensajes de texto.
Remitió con un periodista del Ministerio de Comunicación, quien inicialmente pidió las consultas por teléfono, pero luego las solicitó por correo electrónico. Al cierre de edición no recibimos respuesta.