La discusión por la reforma fiscal no solo ha provocado una división entre los diputados del Partido Liberación Nacional, sino también demostró este lunes una falta de comunicación y claridad entre el Gobierno de la República y la fracción oficialista.
En conferencia de prensa, Víctor Morales, jefe de fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC) anunció que el Ejecutivo desconvocaría el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (expediente 20.580).
“Después de la 1 p.m. la conclusión es que se requiere más tiempo para seguir avanzando en estas conversaciones (…) si no se realiza la desconvocatoria tendría que sesionarse y avanzarse con el procedimiento y ciertamente se requiere de un tiempo para poder continuar con el diálogo con los diferentes sectores, por eso se ha planteado de esa manera (la desconvocatoria)”, aseguró Morales.
La desconvocatoria también fue confirmada a DIARIO EXTRA por Welmer Ramos, diputado del PAC, quien preside la comisión especial que ve la reforma fiscal.
Ramos dijo incluso que la decisión del Gobierno podía ser revertida en las próximas horas o días, cuando en Zapote amarren los votos para revertir temas como la exoneración a la canasta básica y a la educación privada.
“El Poder Ejecutivo es el que pone los proyectos en conocimiento de la Asamblea Legislativa, entonces los puede poner en conocimiento y los puede quitar. En este momento dado que es necesario un espacio de negociación entre fracciones y entre sectores, se ha considerado pertinente suspender de conocimiento el proyecto mientras llegamos a un entendimiento”, acotó Ramos.
REACCIÓN TARDÍA DE PIZA
Tras lo expuesto por Morales y confirmado por Ramos, Rodolfo Piza, ministro de la Presidencia, contradijo a los legisladores oficialistas al asegurar que la desconvocatoria es una “alternativa”, pero aclaró que no era el escenario en este momento.
La reacción del ministro de la Presidencia fue tardía, pues en medio de la conferencia dada por su fracción nunca interpeló lo anunciado por Morales.
Incluso al cierre de edición, Casa Presidencial no había desconvocado la iniciativa.
Al contrario, y luego de que las declaraciones de los diputados incurrieran en error a varios medios de comunicación, en Zapote a las 6:32 p.m. enviaron un boletín aclarando que el trámite del proyecto continuaba tal cual.
“No se ha desconvocado, está en valoración”, reiteró el ministro Piza tras la consulta de DIARIO EXTRA ante las declaraciones de los diputados del PAC.
CONGELARÍAN PROYECTO
La conferencia de prensa, que provocó las contradicciones entre Zapote y los legisladores, fue ofrecida tanto por el ministro Piza como por Rocío Aguilar, ministra de Hacienda.
Aguilar acudió de forma sorpresiva al Plenario Legislativo este lunes, justificando su presencia en el artículo 145 de Constitución Política, la cual permite a los ministros presentarse ante los diputados con voz, pero sin voto.
En su balance, Aguilar lamentó la falta de acuerdos que podrían culminar en la desconvocatoria de la reforma fiscal.
“Hace 8 días el texto sustitutivo fue aprobado. Lamentablemente lo que ha ocurrido después es que a través de otro grupo de mociones el rendimiento (de la reforma fiscal) se nos está drenando. Ese es mi llamado a los señores diputados para que hagamos un alto y tratemos de recuperar los ¢90 mil millones que está perdiendo la reforma”, indicó la jerarca de Hacienda.
Aguilar explicó que el Gobierno busca vía impuestos unos ¢562 mil millones anuales, pero con los cambios aplicados en los últimos días, la expectativa del plan fiscal podría caer a ¢335 mil millones.
Indicó que, de ser así, el restante no alcanzado vía impuestos deberán buscarlo en el recorte del gasto público como en el despido de funcionarios y presión sobre programas sociales.
“Aún tenemos la oportunidad de rectificar. Dichosamente hay mociones pendientes de conocimiento que podrían marcar una ruta para rescatar lo más posible el rendimiento”.
Cabe mencionar que sobre la posibilidad de congelar el trámite del expediente 20.580, la desconvocatoria no afectaría en sí el texto sustitutivo presentado por el Gobierno el 13 de agosto anterior.
Tampoco se afectaría el proceso abreviado con el que se analiza la iniciativa en la comisión fiscal.
Otro punto importante es que, si se procede con la desconvocatoria y al filo del 31 de agosto (día que finalizan las sesiones extraordinarias), el Gobierno no ha convocado el proyecto, automáticamente este sigue su trámite y se reactivaría la comisión con los acuerdos que haya.
ALVARADO FIRME
Antes de que se diera la contradicción entre el Gobierno y los diputados del PAC, este lunes Carlos Alvarado, presidente de la República aseguró que no contemplaban cambios al trámite de la reforma fiscal.
Las declaraciones de Alvarado en horas de la mañana de ayer iban relacionadas a contradecir el rumor que circuló sobre la posibilidad desconvocar el proyecto ante los cambios que ha sufrido.
Pese a la contundente posición del Mandatario, en horas de la tarde el diputado Ramos dijo a DIARIO EXTRA que el presidente estaba convencido de sacar de la corriente legislativa el plan de impuestos mientras se buscaban consensos.
“En los últimos días el plan fiscal ha sido bombardeado con una serie de mociones que le quita recursos y ya lo que se recaudaría no es suficiente para llenar el bache. Lo único que está haciendo don Carlos Alvarado, es decir: ‘vamos a dar una pausa de 24 horas o de 2 días (por ejemplo) necesaria para que ustedes se pongan de acuerdo porque si no habrá que seguir votando las mociones, que están ahí y tomando en cuenta que no hay acuerdos no es conveniente seguir, pero es una pausa momentánea”, dijo Ramos.
“MARGEN DE MANIOBRA LLEGÓ A 0”
Para el experto en materia política, Sergio Araya la posibilidad de desconvocar el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas debe ser analizado desde dos ópticas: la gestión del Gobierno y el mensaje a los inversionistas.
En el primer caso explicó que la situación refleja que el margen de maniobra del Gobierno se agotó y la búsqueda de consensos y acuerdo es tardía.
“El margen de maniobra prácticamente llegó a 0. El Gobierno vio que es imposible seguir con el trámite que llevaba alcanzar los objetivos que tenía cuando presentó la propuesta”, dijo el experto.
Respecto al mensaje a los inversionistas, Araya aseguró que este es terrible, ya que genera más perdida de confianza, tanto para los compradores de deuda a lo interno, como a lo externo.
“El tema es tan serio, tan delicado que prefieren literalmente sacarlo de la corriente parlamentaria, que seguir con un proyecto que no va a tener el resultado esperado.
“Es una mala señal. Demuestra que aquí está muy entrampado (el tema de la reforma). En este momento si yo fuera un inversionista internacional valoraría con mucho más cuidado si conviene o no comprar bonos de deuda del gobierno de Costa Rica”, acotó el experto.