Tras el cierre de la mayor parte de las operaciones ferroviarias del Incofer, en la Administración Figueres Olsen, las locomotoras eléctricas del Ferrocarril al Pacífico pasaron a ser piezas cesantes, así como otras movidas por diésel. Tiempo después, de las locomotoras eléctricas AEG alemanas importadas en 1930, una fue traslada como pieza histórica al Museo de los Niños, otra a Pueblo Antiguo, una más (la 127, y que anteriormente fue la 27, y más antes posiblemente fue la número 7) a la Estación de Río Grande de Atenas, y la número 3 quedó en los patios de la Estación Central del Pacífico en San José. En 2015, un grupo de vecinos de Orotina gestionó una de las 4 locomotoras Siemens importadas alrededor de 1957 desde Alemania. En 2017, finalmente fue trasladada a Orotina la locomotora 130, para ser restaurada. En marzo del 2024, ante las gestiones del Museo Ferroviario de Pejibaye, una antigua locomotora electro diésel tipo tonner de las importadas a mediados de los años 50 fue traslada a la comunidad de Pejibaye, para ser restaurada y preservada.
Entre otras cosas, el 26 de marzo de 2019, envié a la Junta Directiva del Incofer la propuesta de preservar las locomotoras Siemens 131, 132 y 134 (numeradas originalmente 31, 32 y 33), así como algunas de las locomotoras tonner y UB electro diésel marca General Electric importadas en las décadas del 50, 60 y 70. Pese a mi propuesta, en el Incofer en ese momento no se me dio una respuesta satisfactoria. Pero cual fue la mala noticia que escuché por las redes sociales de que las locomotoras Siemens, así como las modelo tonner General Electric (electro diésel) que se trajeron desde el desaparecido Ferrocarril del Sur, al parecer fueron desarmadas para chatarra. También se ha rumorado que las locomotoras Alstom Siemens importadas en 1981, corrieron el mismo destino.
Cabe agregar que, ante ese tipo de cosas, el 27 de abril de 2023 cursé nota al Presidente Ejecutivo de Incofer sobre mi inquietud respecto a la preservación histórica de ese tipo de equipos. El 12 de junio de 2023 recibí vía correo electrónico la nota Incofer-PE-OF-0535-2023, donde se manifestaba que algún material rodante (incluidas las locomotoras Siemens y las Alstom) se dio de baja, por haber cumplido la vida útil o por no estar al nivel tecnológico actual. Ante tal respuesta, y con sospechas de que las locomotoras Siemens efectivamente habían sido desarmadas, envié el mismo día mi inquietud al despacho mismo del Presidente de la República.
En tanto, el 19 de junio del 2023 recibí nota del Incofer-PE-OF-0562-2023, de la cual retomo textualmente lo siguiente:
“Señor Osvaldo Corrales Jiménez Estimado señor: Reciban (sic) un cordial saludo, por medio de la presente damos respuesta a su nota sin número de fecha 12 de junio del presente año, en la cual expresa su insatisfacción sobre nuestra primera misiva, relativa al material rodante que fue adquirido en los años 50, como locomotoras Siemens de la serie 130. Este material cumplió su vida útil y se dieron de baja como activos de la institución y algunos de ellos han sido dados en condición de permiso de uso en precario, para ser restauradas y conservadas como un testigo de la historia ferroviaria de nuestro país…”.
Otra cosa, en la nota Incofer-PE-OF-0535-2023, se citó: “Con el Centro de Investigación y Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud, hemos establecido una relación muy estrecha para preservar nuestro Patrimonio Cultural Ferroviario, en donde se ha convenido preservar un testigo o testimonio de aquellos elementos arquitectónicos, de producción, de movilización de mercancías o pasajeros de épocas representativas del desarrollo ferroviario del país, tanto en el Sector Pacífico como en el Sector Atlántico, y en apertura a mejorar y ajustarse a las nuevas tecnologías que dentro de nuestro campo de desarrollo ferroviario…”.
Pero pese a lo que dice el párrafo anterior siento que, en el Incofer, a estas alturas no se tiene verdadera conciencia del valor de preservar algunos equipos o locomotoras que están al borde de convertirse en piezas de desarme, o para chatarra. Sin embargo, no pierdo la esperanza, como amante de los verdaderos valores culturales de nuestro país, de que en un tiempo no lejano, en el Incofer, se dé la creación de un departamento formal, de preservación del patrimonio histórico ferroviario.