Doña Idalíe Huertas Arias, de 68 años, y don Juan Félix Pérez Vargas, de 77 años, estaban hechos el uno para el otro. Esta pareja que se conoció en Santa Rosa de La Palmera, San Carlos, contrajo matrimonio y se mudó a El Roble de La Virgen, Sarapiquí.
Ahí en su parcelita sacaron adelante a 7 hijos y pese a que todo marchaba bien, la diosa fortuna les jugó una de las pasadas más horribles que puede vivir una persona, que fue la muerte de doña Idalíe el martes anterior, tal como lo informó DIARIO EXTRA.
Don Juan, quien siempre viajaba en bus a control al hospital de Heredia, ese día habló con su esposa, quien se sentía indispuesta -ese sexto sentido que tienen las mujeres se le activó-, sin embargo su hijo Félix, quien no tenía nada que hacer ese día, sacó el rato para llevarse a los tatas.
Después de la diligencia médica ya venían para Sarapiquí cuando se toparon al camión de la tragedia, que los embistió a la altura de Quebrada González.
COMPRARON ATAÚD
Ayer amigos, vecinos y familiares se encontraron en la iglesia evangélica de La Virgen, la misma que fue testigo hace cuatro años de la celebración de las bodas de oro de los viejitos.
Una mala pasada recibieron mientras hacían las honras fúnebres de doña Idalíe y fue que un medio de comunicación televisivo mató a don Juan cuando este todavía se encuentra ganándole el pulso a la muerte.
Por esa desinformación la familia salió a comprar el ataúd del señor y hacer todas las diligencias para que les dieran el cuerpo en el hospital, hasta que uno de los familiares que estaba en el centro médico los alertó que don Juan todavía está con vida.
El cuerpo de la mujer fue llevado en horas de la tarde al cementerio de La Virgen para darle sepultura. Pero tras cuernos palos porque un fuerte aguacero les impidió meter el féretro al nicho y tuvieron que esperar.
Aunque lo hicieran a la brava, el panteonero les dijo que no podían porque cuando cerraran la bóveda se iba a lavar el cemento por causa de la intensa lluvia.