Con el cambio de mando en el Banco Central de Costa Rica (BCCR), es de esperar que el precio del dólar pueda subir y bajar con mayor facilidad.
El nuevo presidente del ente emisor, Rodrigo Cubero, se presentó este jueves a la prensa y sin mucho titubeo indicó que él se inclina por darle más flexibilidad al tipo de cambio.
“La flexibilidad se da en ambas direcciones. Puede ser una devaluación o una apreciación. Es una reforma importante que debemos ir introduciendo”, afirmó.
La posición de Cubero concuerda con el criterio externado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), de darle una mayor elasticidad al tipo de cambio.
Vale recordar que antes de llegar a dirigir la política macroeconómica del país, Cubero ocupaba un alto cargo en dicho organismo.
Hizo la salvedad de que esa mayor flexibilidad se irá dando de manera “paulatina”.
“No podemos dejar que el tipo de cambio se salga de control por la vulnerabilidad en el sistema financiero, pero eso no nos impide aumentar los grados de flexibilidad”, explicó.
No especificó cuánto es lo más que puede bajar o subir la moneda, pero señaló que está consciente de que una buena parte de la población cuenta con deudas en dólares y ganan en colones, es decir que un alza muy pronunciada los asfixiaría.
La idea es no comprometer el consumo y no meter en problemas al Sistema Financiero Nacional, pero sí dejar que haya un mayor movimiento.
Manifestó que el precio del dólar depende de muchos factores, incluyendo la economía interna, importaciones, exportaciones, precios del petróleo, fortaleza de la inversión extranjera, entre otros, a lo que estará sujeto el déficit o superávit de divisas.
Para este momento, Cubero no ve que haya mayores presiones sobre el dólar a corto plazo, más allá de las estacionalidades que se presentan todos los años.
Lo anterior implica que podría darse una leve alza entre setiembre y noviembre próximos por ser fechas de pago de impuestos, pero aparte de eso no vislumbra otras razones.
INFLACIÓN ES
LA PRIORIDAD
Señaló que su prioridad será consolidar el esquema de metas de inflación, es decir, que el indicador se pueda conservar dentro del rango meta del 3% más o menos un 1%.
Se quiere mantener una inflación baja y estable. “El Banco Central ha logrado una victoria sobre la inflación. La tasa ha bajado sistemáticamente, incluso por debajo de nuestros socios comerciales, se ha colocado en el rango meta en la parte inferior. Seguiremos orientando la política monetaria en esa dirección”, dijo.
Reconoció que de aprobarse el Impuesto al Valor Agregado (IVA), podría generar un efecto de alza en los precios para el 2019.
No obstante, dijo que sería de una única vez, por lo que no espera efectos sobre la inflación general.
“Eventualmente podría subir el nivel de precios, pero no implica que vaya a subir la inflación. Para que eso ocurriera el aumento de precios tendría que ser sostenido. El IVA es de una sola vez, es una gradita, el problema sería que se generen efectos de segunda ronda”, detalló.
Todas las herramientas, incluyendo su Tasa de Política Monetaria, estarán orientadas a la meta de inflación, para mantenerla dentro del rango meta en el mediano plazo.“ Puede haber desviaciones temporales”, manifestó.
PROTOCOLO PARA CRISIS
Otra área de interés para la nueva administración es el fortalecimiento de la estabilidad financiera. Es por eso que apoyará proyectos como el seguro de depósitos y la supervisión consolidada.
“Hay reformas estructurales que el país debe emprender y son necesarias”, acotó.
El Central también fortalecerá su papel como prestamista de última instancia y establecerá un protocolo para emprender acciones en caso de crisis financiera, aunque eso no significa que vaya a ocurrir, señaló.
“Estamos convencidos de que es importante estar preparados, tener claridad sobre cómo voy a responder, no solo el Banco Central, sino para poder defender con diligencia y actuar con rapidez y eficacia, ante turbulencias en el mercado financiero”, resaltó.
También tiene como meta el avanzar en temas de bancarización, mediante el uso de la tecnología como sustituto del efectivo.
DE VUELTA A LOS 80
Cubero se manifestó preocupado por el hecho de que no fuera a aprobarse el proyecto de reforma fiscal.
Dijo que la corrección se puede hacer de forma ordenada y bien pensada, o no.
Recordó los años ochenta, cuando tuvieron que forzarse ciertos ajustes que hicieron que se desplomara el poder adquisitivo de la gente.
“Tuvimos tasas de inflación muy altas, podríamos llegar a tener menores niveles de salarios en el sector público y va a perjudicar a todos los empleados públicos. Al haber una enorme incertidumbre se daría una caída de la inversión y se nos van a caer los ingresos. Les pido a los diputados que no diluyan este proyecto, no repitamos la experiencia de los 80”, manifestó.