Lisboa. (AFP) – Los portugueses acudirán el domingo a las urnas en una elección presidencial marcada más por la pandemia, que ha obligado al país a reconfinarse, que por la previsible victoria del conservador Marcelo Rebelo de Sousa, quien busca la reelección.
Frente a la explosión de casos de Covid-19, que hace que Portugal ocupe el primer puesto mundial de nuevos casos respecto a la población, no se previó ningún mitin para este viernes, último día de campaña electoral, antes de la \”jornada de reflexión\” del sábado.
El estado de emergencia sanitaria instaurado en noviembre y el segundo confinamiento general, decretado hace una semana, no perturbaron el calendario electoral del país, fijado por la ley y prácticamente inalterable.
Ante la imposibilidad de aplazar los comicios, candidatos y observadores temen una abstención récord, que podría tener un impacto en la fiabilidad de los sondeos, unánimes al acreditar la victoria del actual presidente desde la primera vuelta.
Para estimular la participación de los cerca de 9,8 millones de electores inscritos -1,5 millones de ellos en el extranjero-, las autoridades electorales organizaron el domingo pasado, por primera vez, una jornada de votación anticipada, en la que participaron aproximadamente 200.000 electores.
Con las cifras de muertos por el Covid-19 batiendo récords cada día, el gobierno decidió endurecer las restricciones y ordenó el cierre de las escuelas durante dos semanas a partir de este viernes.