Resulta incomprensible que en esta época aún haya hombres que odian a las mujeres, viéndolas como incapaces y hasta brutas. ¿Acaso todos los varones son genios y nunca hicieron alguna estupidez o tomaron una mala decisión?
¿Será posible que, como son tan inteligentes, durante los años que estuvieron solos en el poder, los llamados machos masculinos fueron perfectos en todos lo que hicieron?
Pues no, pero eso tampoco valida insultarlos, discriminarlos ni humillarlos, como muchos hacen con las mujeres. Pareciera que el éxito del sexo opuesto incomoda a algunos.
Desde principios de nuestra constitución como país, y en un momento histórico como la elaboración de la Bandera Nacional, ellos también estuvieron acompañados por una mujer, y en las luchas por esta patria nunca faltó el sello femenino.
En Costa Rica abundan las mujeres que han resaltado en diferentes campos, como Eugenia Dengo, ministra de Educación; Silvia Poll, nadadora; Leda Astorga, escultora; Adelaida Chaverri Polini, científica; Pacífica Fernández, diseñadora de nuestra Bandera Nacional; solo por mencionar a algunas. Sin embargo, vale subrayar también la gran cantidad de féminas con logros que no son públicos, aun cuando su aporte se torna incuantificable para nuestra sociedad.
A nivel internacional, se sabe de mujeres que amasaron una gran fortuna, como Charlene de Carvalho, con $7,7 billones con la marca Heineken; Susanne Klatten, con $13 billones por la firma BMW y Liliane Bettencourt, con $24 billones debido a la marca L’Oréal. Y así como se conoce sobre mujeres inteligentes y buenas administradoras, hay científicas, escultoras, políticas y también hombres muy renombrados con grandes aportes o insólitos yerros en la historia. Como un ejemplo de la mujer en el poder político que ha deslumbrado, sobresale Angela Merkel, canciller de Alemania desde 2005 a la actualidad.
Pero podemos mencionar también personas que han estado en algún momento en política, tanto hombres como mujeres, que tomaron decisiones que no iban con las mayorías y tuvieron graves consecuencias para sus pueblos, entre quienes se puede mencionar a Hugo Chávez (expresidente de Venezuela), Daniel Ortega (presidente de Nicaragua), Nicolás Maduro (presidente de Venezuela), Adolfo Hitler (exgobernante de Alemania), Fidel Castro (expresidente de Cuba), Dilma Rousseff (expresidenta de Brasil) y Cristina Fernández (expresidenta de Argentina). Así de diverso y complejo es el quehacer humano.
A la luz de acontecimientos recientes, se vuelve necesario aclarar vehementemente que no estar de acuerdo con las ideas de una persona, con sus luchas y su forma de vida nunca justificará la violencia verbal, por el contrario, esas acciones seguirán fomentando la brecha entre los dos sexos, ambos necesarios en el mundo.
Cuando algunos hombres insultan a las féminas de formas grotesca y con odio, solo cabe cuestionarles: ¿Quién les dio la vida a ustedes? Se engendraron en un vientre femenino y, si no existieran las mujeres, las madres, ¿cómo habrían nacido?
¿Alguna vez se han preguntado por qué Dios decidió que la mujer diera vida? Respuestas puede haber miles, pero entre las cualidades femeninas definitivamente destacan la resistencia, la valentía y la fuerza. El ejemplo más claro de esto es que las damas tienen un umbral del dolor más alto que el de los caballeros.
Lo anterior ubicaría a los varones como el sexo débil, pero tampoco eso da derecho a las féminas de burlarse, ni mucho menos de expresar opiniones repugnantes.
Bien lo dice Gregorio Marañón, médico, científico e historiador español, “no son los dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son, simplemente, distintos”.
En conclusión, Dios nos dio la vida a todos y vivimos en un planeta donde la libertad de cada persona termina donde empieza la de la otra. Debemos ser educados y apreciar lo que consideramos tanto bueno como malo de cada quien, sin insultar ni agredir. La igualdad de género se forja con responsabilidad y respeto.