La mayoría reconoce que el agua, en su forma pura, es incolora, pero algunas situaciones como el barro en un río permiten que el agua adquiera otros matices.
En el caso de la nieve, también puede adquirir otras tonalidades, dependiendo de ciertas condiciones. Cuando la nieve se compacta, puede adquirir un tono azul, muy común en el hielo de los glaciares.
La pregunta es, si la nieve es transparente, ¿por qué tiene color? Comprender las propiedades físicas de la nieve y el hielo nos ayuda a entender el color de la nieve.
Resulta que el hielo no es transparente, sino translúcido, lo que significa que los fotones de luz no atraviesan el material directamente; más bien, las partículas del objeto cambian la dirección de la luz.
El resultado es que la trayectoria del fotón de luz se altera y sale del hielo en una dirección diferente a la que entró en el hielo, considerando que la nieve no es sino un montón de cristales de hielo, cuando un fotón de luz entra en una capa de nieve, atraviesa un cristal de hielo en la parte superior, que modifica ligeramente de dirección, enviándolo a un nuevo cristal de hielo, que hace exactamente lo mismo.
En esencia, todos los cristales de hielo hacen rebotar la luz por todos lados, por eso nuestro ojo \”ve\” el blanco cuando miramos la nieve, porque parte de la luz que incide en la nieve se dispersa por igual en todos los colores espectrales y, dado que la luz blanca está formada por todos los colores del espectro visible, vemos los copos de nieve blancos.