Cada día que pasa, por todos los acontecimientos que presenciamos y vivimos, además de lo que a diario vemos en los medios de comunicación, nos preguntamos dónde quedó aquella Costa Rica que de verdad era amor y paz.
En la cual ayudar al prójimo y al vecino era de las principales consignas, en cambio en la actualidad y en muchos barrios a menudo hay riñas que terminan con heridos y hasta muertos.
Antaño los sucesos que más se presentaban eran incendios y choques, no tenían mayores consecuencias; no como ahora que ocurren asesinatos y cobronazos hasta varias veces al día, dejando familias desoladas ante la ausencia de alguno de sus miembros.
Uno de los últimos acontecimientos que han generado más preocupación es la presunta violación de una mujer por parte de cuatro tipos. Lo peor de este asunto es que la dama se encuentra en su periodo de cuarentena, o sea está lastimada.
Lo más lamentable es que no se encuentra en condiciones de tener actividad sexual con ningún hombre y mucho menos con unos seres sin escrúpulos que la tomaron a la fuerza.
Esto quiere decir que acaba de ser madre y debería estar disfrutando de su bebé, procurando darle los mejores cuidados a ese ser que salió de ella y no sufrir porque 4 desalmados entraron a su cuerpo sin permiso.
Una de las consecuencias más lamentables que tiene este suceso es que la mujer pudo haber quedado embarazada de alguno de sus agresores, lo que podría venir a marcar de manera negativa la vida, no solo de ella sino de su familia.
Este tipo de acciones nos hace pensar seriamente dónde estamos viviendo y en qué nos estamos convirtiendo.
Sin lugar a dudas estamos en una sociedad en la cual no queremos vivir y mucho deseamos que nuestros hijos la vean.
Pongámonos la mano en el corazón y busquemos las soluciones a esta problemática que nos asfixia cada vez más.
Esperamos además que las autoridades pongan mano dura y logren dar con cada uno de los malhechores que están carcomiendo nuestra sociedad.