Tal y como lo informó este medio en su edición del viernes anterior, Armando Azofeifa Castro, el hombre que está en la mira de todos en Palmichal de Acosta, como presunto agresor y acosador de la joven Angely Ramírez Alfaro, reveló sus sentimientos más profundos y hasta el presunto calvario que está viviendo por esta situación.
Azofeifa, de 28 años, quien se encuentra con orden de captura, en una entrevista exclusiva a DIARIO EXTRA, con documentos en mano, comentó que no todo lo publicado en otros medios es cierto.
Según Azofeifa su expareja no ha sido ni es tan inocente como parece o lo hace parecer, ya que para él todas las denuncias han sido por motivos de venganza por no querer (Azofeifa) retomar la relación amorosa que tenían.“Ella me dice que si no vuelvo con ella me mete a la cárcel a la buena o a la mala, y lo logró porque ya estuve dos meses en prisión preventiva”.
Armando, relató los momentos cuando vivía con su ex y explicó como en varias ocasiones ella le agredía física y verbalmente.
“Una vez me rajó la cabeza con un banco porque llegué cansado y para no despertarla, me acosté en otro cuarto. Ella dijo que venía de estar con otra”, comentó. Según el hombre, en ese momento no llamó a Cruz Roja porque acusarían a la joven.
En otra oportunidad, la muchacha, frente a un menor hijo de sus patrones, lo habría amenazado de sacarle los ojos con un puñal, por lo que su jefe optó por no dejar acercarse al niño en presencia de la joven.
Para él, ser mujer pesa al momento de una acusación ya que sostiene que al salir de la cárcel intentó poner una denuncia contra ella y no se lo permitieron.
“En un principio me daba vergüenza decir ante un montón de muchachas que era agredido… me ganó el orgullo de hombre decir que mi mujer me pegaba”, comentó entre lágrimas.
La situación ha llegado a tal grado, que Azofeifa decidió enseñar los mensajes obscenos que según él, ella también le ha mandado desde el celular de su mamá.
Por ahora espera ser escuchado y que hombres en la misma situación no duden en denunciar y poner abajo el orgullo porque después es peor.