El jefe de la sección de Nefrología del Hospital Calderón Guardia de apellido Mora Palma y la oficial de la Fuerza Pública de apellido Calderón, pasarán 6 meses en la cárcel después de ser detenidos por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y Fiscalía como sospechosos de integrar una banda que compraba órganos humanos y los exportaba a Israel.
Fue en el Juzgado Penal del Primer Circuito Judicial de San José donde los jueces dictaron la sentencia después que 3 fiscales solicitaron esa medida cautelar mientras la avanza la investigación.
DIARIO EXTRA intentó hablar con la abogada del médico, Amalia Sánchez, no obstante indicó que no se referirá al tema mientras dure el proceso.
“El Colegio de Abogados nos impone un deber ético de silencio sobre los asuntos que tenemos encomendados y como en este momento ostento la representación del doctor no daré entrevistas. Además, no tengo por costumbre dar declaraciones”, explicó la abogada de origen español.
Jorge Chavarría, fiscal general de la República, fue claro en mencionar que podría haber más médicos involucrados en la red de traficantes de órganos, pues es evidente que el principal sospechoso (Mora Palma) no trabajó solo, pues para este tipo de intervenciones se requieren cirujanos, anestesiólogos, instrumentistas y enfermeros.
Al médico y la oficial de policía los detuvo el OIJ el martes anterior como líderes de una banda transnacional que trataba con personas para extraer sus riñones y venderlos principalmente en Israel y Europa del este. A los donantes les pagaban ¢10 millones, mientras la reventa de los órganos se hacía en más de ¢75 millones.
El Ministerio les atribuye el delito de trata de personas con fines de extracción ilícita de órganos, cuyas penas podría ir hasta los 16 años.
Para el jurista Juan Diego Castro lo acontecido esta semana es una actividad más del crimen organizado que ya penetró en el país y representa delitos de lesa humanidad.
“Lo que más me sorprende es como un médico pisotea su ética para ser un negocio con un crimen como este. Este médico no está solo, en el negocio hay más gente detrás. Los hospitales privados deben llevar un control y tienen que dar respuesta de las operaciones que practican. Estos señores son monstruos”