Pese a las campañas que realizan diversas instituciones para evitar menores quemados con pólvora o líquidos calientes en las fiestas de fin e inicio de año, el 1° de enero el Hospital Nacional de Niños (HNN) recibió en sus instalaciones a nueve pequeños afectados.
A ellos se suma un menor de 9 años quien sufrió una amputación del dedo meñique derecho cuando manipulaba pólvora afuera de su casa. Este hecho ocurrió el 2 de enero.
“El pacientito se traslada desde su hogar en La Carpio, un masculino de 9 años viene con amputación parcial de su quinto dedo de la mano derecha, paciente consciente, alerta y orientado”, indicó Ana Corrales, paramédica.
Corrales explicó que la amputación en el dedo meñique es parcial pues tenía exposición ósea, pero contaba con buena movilidad.
“Fue producto de restos de pólvora, no hay mayor detalle, solo eso nos indican”, añadió.
Al menor lo trasladaron al Hospital Nacional de Niños por el tipo de lesión que sufrió y debido a que requería una atención especializada. Este es el paciente número diez que ingresa con quemaduras al nosocomio infantil en los primeros dos días de enero, según manifestó Carlos Jiménez, director a.i., quien adujo que dos niños fueron atendidos por lesiones con pólvora y siete a causa de líquidos calientes.
“Un paciente de 8 años, de Limón, él no participaba con la pólvora, sin embargo nos dicen que mientras caminaba con sus papás, otro menor manipuló mal los artefactos y saltó una llamarada en el rostro del afectado”, explicó Jiménez.
“Por la zona afectada, el menor se trasladó a este hospital donde lo cuidaremos por bastante tiempo durante este mes debido a las curaciones que debemos hacerle. Él está fuera de peligro”, añadió el médico.
En San Vito de Coto Brus vive el segundo chiquito perjudicado por pólvora, manipuló mal una bombeta y le estalló en la mano provocándole una herida más la secuela de la quemadura.
En el centro médico de la zona lo curaron, pero se trasladó al HNN para que los especialistas descartaran lesiones en músculos o tendones, él ya se encuentra en su casa.
LÍQUIDOS HIRVIENDO
De los menores afectados por líquidos calientes, Jiménez dijo a DIARIO EXTRA que solamente dos permanecen internados. Un pequeño de 3 años y 8 meses, vecino de Pérez Zeledón a quien le cayó agua caliente, tiene cerca del 15% de su cuerpo afectado.
“En Desamparados, Los Guido, se presentó una situación confusa porque según la historia que nos dan es que el menor introdujo uno de sus pies dentro de una olla arrocera con agua caliente. Aquí lo curioso es saber dónde estaba la olla y el niño para que eso pasara, por las lesiones y la zona afectada se encuentra internado”, apuntó el director del hospital.
Los cinco niños restantes, todos de San José, sufrieron lesiones mínimas que no ameritaban el manejo hospitalario.
La tarde del 31 de diciembre del 2019 ingresó una chiquita de 1 año y 8 meses desde Goicoechea luego de caerle encima café caliente. En el HNN explicaron que estas situaciones se dan generalmente porque los pequeños halan el mantel y se les vierte el líquido sobre el cuerpo, además las partes afectadas dependerán mucho de la estatura.
SIGUE EL DESCUIDO
Jiménez descarta que este tipo de quemaduras se genere por accidente, como muchos las catalogan.
“Yo creo que eso son descuidos, los líquidos calientes son en el hogar y si la situación se da es porque el niño no está siendo adecuadamente vigilado y no se pudo prever el riesgo al que se sometía donde caminaba, siempre media el descuido por parte del adulto vigilante”, señaló.
En el nosocomio insisten en la adecuada vigilancia y que el hogar sea un lugar seguro, agradable, interesante sin fomentar el sedentarismo.
ATAQUE CANINO
El 1º de enero también llevó dolor a un pequeño de un año y ocho meses a quien trasladaron al Hospital San Rafael de Alajuela luego de que fuera atacado por un perro American Stafford.
El incidente se produjo en calle Ochomogo de Turrúcares, Alajuela, donde a la llegada de la unidad de la Cruz Roja Costarricense hallaron al menor cubierto de sangre con serias lesiones a nivel de cara y cráneo.
“Cuando arribamos a la escena el menor está en los brazos de la madre, por lo que procedemos con el control del sangrado y para seguridad del infante lo movilizamos en prioridad delicada hasta el centro médico”, comentó José Pablo Rodríguez, de la benemérita.
En apariencia, el can era la mascota de sus padres.
*Colaboró la periodista Sharon Cascante.