Fuertes medidas de seguridad por protocolo durante final del juicio
Luis Ángel Martínez, alias “Pollo”, fue condenado a 20 años de cárcel por liderar una organización criminal dedicada al tráfico de drogas.
El tribunal acogió la tesis de la Fiscalía de que tenía el control de los cantones de La Unión y Desamparados en venta de estupefacientes, pero decidió huir a Nicaragua, donde seguía al frente de la organización criminal.
Sin embargo, fue traído al país el año anterior para enfrentar este proceso, después de que gran parte de la banda fue llevada a los tribunales y condenada por narcotráfico.
A pesar de esta condena, Martínez fue absuelto por mayoría de homicidio y asociación ilícita, delitos por los que la Fiscalía solicitaba otros 41 años de cárcel.
El caso está relacionado con la muerte de Juan Carlos Zamora en 2015, quien fue asesinado de nueve balazos cuando salía de su casa en Desamparados.
La jueza Krisia Campos se apartó del criterio de sus colegas e indicó que las pruebas de las escuchas telefónicas daban por sentado que la organización criminal asesinó a Zamora.
“Considero que no existe una duda razonable de la participación del imputado en los hechos que se le están atribuyendo, por eso considero que se debe condenar al encartado por el delito de homicidio y asociación ilícita”, manifestó.
Nicole Rivera, defensora de “Pollo”, anunció que apelarán la sentencia por narcotráfico y dio a conocer su satisfacción porque su cliente fue absuelto de los otros dos delitos.
“A criterio de nosotros, y como se vino ventilando desde el inicio del debate, no existían los elementos suficientes, ni siquiera indiciarios, que pudieran atribuirle una responsabilidad por el delito de homicidio calificado”, comentó.
Durante la lectura del por tanto la sala se mantuvo cerrada y contó con una gran cantidad de agentes judiciales y de cuerpos policiales especiales.
Sin embargo, Rivera aseguró que se trataba de un protocolo establecido por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y que su defendido no está amenazado de muerte.
“Es un protocolo que maneja el Departamento de Cárceles del OIJ por salvaguardar la integridad de este, pero no por otro tipo de situación. Él no es amenazado en este momento desde que llegó al país y fue expulsado de Nicaragua”, agregó.