Mientras un equipo de DIARIO EXTRA hacía la cobertura de un fallecido frente a las instalaciones del centro penal de La Reforma, un grupo de oficiales que custodiaban la escena, sin demarcar el perímetro con cinta, en plena vía pública y abusando de su autoridad, se abalanzaron sobre el fotógrafo Mauricio Aguilar Rojas, a quien agredieron física y psicológicamente.
Este grupo de “policacos”, pues no se les puede definir diferente y que actuaron al mejor estilo de los matones a sueldo, con el mayor desprecio a la vida humana de nuestro compañero y desconocimiento de las leyes que cobijan a los ciudadanos, se abalanzaron sobre Aguilar, quién llegó de primero a la escena del crimen y comenzó a realizar su trabajo de documentar fotográficamente la escena, pero estos “delincuentes uniformados”, lo golpearon en la cara provocándole un corte en el lado derecho de su nariz, sacándole la sangre y originándole un hematoma.
No contentos con esto, lo amenazaron de que no podía tomar fotos ni a ellos ni a un sospechoso del presunto crimen, cuando los oficiales son simples depositarios de la ley y, además, hay amplia jurisprudencia que señala que, estando en la calle, los policías pueden ser grabados y fotografiados, incluso bajo la cobertura de una noticia, pues son funcionarios públicos, cosa que evidentemente no les explican en la Academia Nacional de Policía, donde, se supone, los instruyen.
DENUNCIA OIJ
Mauricio Aguilar relató que, tras lo ocurrido, interpuso la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), bajo el expediente 23-001876-0057-PE y que en trece años jamás le había ocurrido algo así.
“En trece años nunca he vivido algo así, tuve mucho temor mientras iba en la patrulla y de repente ellos se detienen, ¿con que intención?, ¿agredirme, golpearme?, no lo sé, lo cierto es que hoy soy víctima de las autoridades policiales y quién sabe a cuántos más les ha pasado lo mismo. Yo siendo funcionario de prensa, identificado debidamente, me hacen esto, no quiero pensar qué pasará con aquellos ciudadanos humildes que no tienen cómo denunciarlo”.
ME SIENTO INTIMIDADO
Mauricio explicó que, mientras lo tuvieron privado de libertad, se sintió amedrentado, tuvo miedo e incluso se sintió intimidado.
“Me siento golpeado, intimidado, nunca me había pasado, me siento secuestrado, con una detención innecesaria, colocándome con un sospechoso de un crimen, esposado y con las manos hacia atrás, de una forma injusta, ultrajado, agredido física y psicológicamente”.
MATONISMO
Debido a que las autoridades le quebraron la cámara al fotógrafo del Periódico del Pueblo, otro equipo periodístico se desplazó a la delegación Regional de la Fuerza Pública en Montecillos de Alajuela, donde llevarían a Mauricio para reseñarlo, no obstante, nos enteramos que lo tenían frente al plantel de vehículos decomisados, detrás del aeropuerto Internacional Juan Santamaría, en una radiopatrulla, siempre privado de su libertad, esposado, y cuando llegamos, los policías comenzaron a intimidar al nuevo equipo periodístico.
Primero les solicitaron la cédula y la identificación a nuestros fotógrafos Francisco Obando y Daniel Johnson y, pese a lo que había ocurrido con Mauricio, continuaron hostigando nuestra labor de prensa, quebrantando el derecho a la información, la libertad de buscar, recibir y difundir las informaciones.
El mismo oficial que agredió a Mauricio y le quebró la cámara, cuyo código policial es el MSP 39782, le dijo a Francisco Obando que “se retira de aquí, sino quiere terminar como su compañero, detenido”, haciendo gala de su ignorancia por segunda vez consecutiva, en plena vía pública.
Lo más grave es que, delante del jefe policial, subdirector regional de Alajuela, Manuel Salas, otro “gorila” se paró enfrente del fotógrafo Daniel Johnson impidiéndole referenciar lo que ocurría y, pese a que el jefe Salas le señaló en 4 ocasiones al subalterno que se fuera, el policía, ceñido, continuaba con el asedio.
MINISTRO DE SEGURIDAD
DIARIO EXTRA llamó al ministro de Seguridad, Jorge Torres, para obtener su versión sobre lo ocurrido y explicó que no tenía todos los elementos de lo que había acontecido, por lo que este lunes, llegando a la oficina, de inmediato recabaría datos sobre lo ocurrido y se referiría a ello.
Sin embargo, don Jorge fue claro en que nunca puede existir el irrespeto hacia la prensa ni a los oficiales y que entiende también que, como seres humanos muchas, veces se antepone la persona al profesional o al oficial, pero por ninguna razón deben darse este tipo de conflictos.
ABOGADO
Para el especialista en derecho penal, el Lic. Dennis Alvarado, se pueden observar, en primera instancia y bajo el supuesto de lo ocurrido, un presunto delito de privación de libertad, un abuso de autoridad y violación a la libertad de prensa.
“Lo que puedo concluir bajo el supuesto de lo ocurrido, es que, si el fotógrafo fue agredido, lo privaron de su libertad, debería presentar un recurso de habeas corpus, porque nadie puede ser privado de su libertad sin un claro argumento. Además, no solo parece violarse los derechos individuales, sino también los del medio, al impedir el derecho de la información, el derecho a informar a la ciudadanía sobre los hechos violentos que vienen ocurriendo en el país y donde una vez más se da un fallecido”, dijo Alvarado.
El Periódico de Más Venta en Costa Rica buscó los nombres de los policías implicados, pero, según el jefe Salas, por orden del viceministro y director de la Fuerza Pública, Daniel Calderón, había que solicitarlos por escrito, a pesar de ser funcionarios públicos, situación que llama la atención de si también habría un posible encubrimiento de parte de las jefaturas policiales sobre las irregularidades de sus subalternos.
DIARIO EXTRA envió el correo solicitando el nombre de los funcionarios que agredieron a nuestro fotógrafo, pero al cierre de edición no habían respondido.